La pandemia «como a todos, nos pilló por sorpresa y con todo preparado para el Lunes Santo y como todos, nos tuvimos que adaptar a las nuevas circunstancias. Siempre intentando que los hermanos sintieran la cofradía lo más cerca posible. Para ello, hemos seguido dando atención a través de los canales digitales. Incluso D. Jesús Catalá nos grabó un mensaje como el que nos dice, cada año, en la Plaza del Obispo».

Pero desde el comienzo del estado de alarma explica Alcántara, «tuvimos presente que había que dar prioridad absoluta a la obra social de la cofradía, de hecho, hemos incrementado en un 300% el presupuesto previsto para estos meses».

En este sentido, explica el hermano mayor, «hemos estado trabajando en varios frentes con el fin de intentar dar respuesta a las múltiples necesidades que ha generado esta situación. La primera y principal preocupación que hemos tenido ha sido la de seguir atendiendo a las diez familias a las que ayudábamos a través del economato de la Fundación Corinto, así como la Cáritas Parroquial de Los Santos Mártires, el Cottolengo de Málaga y Bancosol».

Este año, con motivo de «nuestro 75 aniversario adquirimos el compromiso de donar lo recaudado durante la Velada de Gibralfaro que celebramos anualmente en el mes de junio al Cottolengo de Málaga, pero hemos tenido que posponerlo a los próximos meses ante la crisis sanitaria».

Conscientes de que las necesidades económicas no van a disminuir sino todo lo contrario, «hemos puesto en marcha dos campañas en las redes sociales: #EstudiantesSolidario, que pretende trasladar la importancia de aumentar los ingresos para multiplicar las ayudas; y hazte “Hermano Protector” que consiste en un compromiso de una cantidad concreta por un tiempo determinado. Además, hemos pedido a los hermanos que puedan el esfuerzo de renunciar a la cuota de salida para dedicar esa cantidad a la obra social. Todos los recursos son pocos para poder ayudar».