Ha superado el cornonavirus ¿cómo ha sido?

Ha sido muy duro, sobre todo para mi familia, mis amigos y la gente que me quiere porque he estado entubado y sedado 36 días y cada vez que me quitaban los tubos me venía abajo, he estado muy cerca del final. Yo no me daba cuenta porque estaba sedado pero las personas de mí alrededor han sufrido muchísimo, mi mujer, mis hijos, mis hermanas y mis amigos también, que me han ayudado mucho. Mi mujer ha demostrado una fortaleza enorme, cada día cuando los médicos le daban parte lo transmitía a los familiares y amigos. Muchos de los cuales me han dado la enhorabuena por la esposa que tengo y la fortaleza que ha demostrado en estos días, es más, a veces era ella la que consolaba a nuestros seres queridos. Ha sido un ejemplo y estos momentos me han servido para ver lo mucho que me quiere, igual que yo a ella.

¿Cómo se encuentra ahora?

Actualmente sigo ingresado en el hospital, ya en planta. Me estoy recuperando bien, esperando resultados, siendo optimista y esperando que unos días me den el alta. He empezado a caminar de nuevo con la ayuda de una fisioterapeuta. Siempre he sido muy corpulento, cuando ingresé pesaba 130 kilos y hoy peso 108.

¿Ha enfermado algún otro miembro de tu familia?

De mi familia, gracias a Dios no ha enfermado nadie.

Muchas personas no entienden lo grave que puede llegar a ser el Covid-19  ¿qué les diría para que tomen conciencia de ello?

Le diría a la gente que no entiende la gravedad de esta enfermedad que yo era uno de ellos. Es más, tengo una entrada de facebook pocos días antes de enfermar, en la que digo que esto del coronavirus era una exageración. Y ahora me gustaría decirle a todo el mundo que esta enfermedad es muy grave y que por favor cumplan las normas que se están imponiendo. Tenemos que ser responsables y cuidarnos unos a otros.

En los momentos difíciles de la enfermedad, ¿cómo le ha ayudado su fe?

Para mí, la fe ha sido mi pilar, tanto el Señor como mi madre que está en el cielo me han cuidado mucho y los he sentido muy cerca, su fuerza, y como me llevaban en volandas para que me pudiera recuperar. Sabiendo que no era el momento de irme con ellos. Que tengo una familia que me necesita aquí. Y desde el primer día mi mujer tenía mucha fe en que me iba a recuperar.