¿Qué hacemos? Esta pregunta que la gente formula a Juan sigue teniendo plena vigencia. El qué hacer, el cómo actuar o a quién seguir mantiene plena actualidad. ¿Entonces, qué hacemos? Qué hacemos como comunidad católica en una época convulsa, donde son asesinados nuestros hermanos cristianos, donde los pobres cada vez son más pobres, donde la comunidad cristiana está llamada a responder desde la misericordia y la exigencia evangélica a los retos y demandas de la sociedad y de los más pobres. Procedan de donde procedan. Sea cual sea su tendencia política, sexual o filosofía de vida. La respuesta sigue manteniendo actualidad: compartir, ser justos, equitativos. Transmitir fielmente el Evangelio; sin rebajas. Ofrecer la Buena Noticia de Cristo a una sociedad hambrienta y sedienta de  palabras que trasciendan nuestros días. Hoy igual que ayer en este tercer domingo de Adviento también estamos a la expectativa. Mucha gente espera. Esperamos el nacimiento de quien nos bautizará con Espíritu Santo, el rostro de Dios Padre: el Hijo único. Esperan que alguien les ofrezca una palabra y mensaje de aliento avalado por la vida.