DiócesisComentario al Evangelio

Comentario en texto al Evangelio de María José Onieva

Imagen de la Inmaculada Concepción del Seminario Diocesano de Málaga
Publicado: 03/12/2024: 199

María José Onieva, profesora de los Centros Teológicos Diocesanos, invita a profundizar en el Evangelio de este domingo, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María.

Hoy celebramos la Inmaculada Concepción de María. Este dogma de fe nos revela que María fue concebida en el vientre de su madre, santa Ana, sin pecado original; nos revela que la luz de la redención comenzó a brillar cuando nuestro Dios en su Madre pensó y con sello inmaculado la formó. Y María creció llena de gracia; esto quiere decir que todos los dones y virtudes cristianas podrían llevar el nombre de María. Y si tengo que destacar una sobre las demás, esa es la virtud de la humildad. La criatura humana más ensalzada, la proclamada Madre de Dios, fue la que un día se humilló entregada por entero a los planes de Dios. Ya lejos quedaba Eva, que se dejó llevar por el orgullo y la ambición. María es la esclava, la servidora, la que no duda de las palabras de Dios. Los cristianos parecemos olvidar que, por los méritos de nuestro Señor Jesucristo, el bautismo nos quita el pecado original, nos llena de Espíritu Santo y nos devuelve la gracia de hijos de Dios. Sabedores por la fe de que ya se cumplieron las promesas hechas por Dios a su pueblo y de que en este tiempo de Adviento celebramos que pronto nos nacerá el Salvador ¿por qué nos cuesta tanto cumplir la voluntad de Dios? Un corazón contrito y humillado pido yo (Sal 51,19). No perdamos el tiempo y preparémosle una morada al Niño Dios de la mano de María, nuestra Madre, firmemente conducidos y renovados para hacer todo lo que Él nos diga (Jn 2,5).

Colabora con la información diocesana

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
Más artículos de: Comentario al Evangelio
Compartir artículo