Carta Pastoral de Mons. Dorado Soto
Colecta Extraordinaria

Todos asistimos con honda preocupación a la grave situación que está viviendo la querida nación Argentina. Los medios de comunicación han puesto ante nuestros ojos la profunda crisis en la que está sumido el país hermano: una crisis que los Obispos argentinos no dudan en afirmar que es también “moral” y que se refleja en el orden económico, político, jurídico, social y cultural. Argentina está viviendo una grave inestabilidad política, de la que es exponente el hecho que desde Diciembre se hayan sucedido cinco Presidentes al frente de la nación. Se ha producido un enorme deterioro de la seguridad pública con el consiguiente incremento de la violencia. El país está gravemente endeudado y con un déficit público insostenible; está sumido en una prolongada recesión económica. Sin lugar a dudas la cara más dolorosa de esta crisis es la situación de exclusión social y de precariedad que están sufriendo tantas personas: hay ocho millones de argentinos viviendo en la economía sumergida o en el desempleo; tres millones de jóvenes sin empleo; 150.000 personas que pasan hambre; escasez alarmante de alimentos, hasta el punto de producirse el saqueo de muchos comercios; y la falta de medicinas imprescindibles.

Una situación tan grave necesita la ayuda de todos. Por eso, la Conferencia Episcopal de aquel país ha aceptado actuar como testigo y garante del “Diálogo Argentino”, con todos los riesgos que ello comporta.

Por su parte, Cáritas Argentina se ha movilizado para contribuir a superar esta tremenda crisis. No sólo sigue comprometida en la erradicación de la injusticia y de la profunda crisis moral que ha sumido al país en la miseria, sino que está intentando paliar la situación de necesidad extrema de tantos hermanos: atiende a más de 2.000.000 de personas, de las que unas 500.000 se han acercado a buscar ayuda en los últimos días; a más de 376.000 personas diarias se les ofrece alimentación básica, atención sanitaria y alojamiento. La situación es tan grave que se han tenido que abrir urgentemente numerosos comedores parroquiales.

La Conferencia Episcopal Argentina, siguiendo una honda tradición eclesial ha solicitado la ayuda de la Iglesia Española. No es algo nuevo en la comunidad cristiana que los pastores de las comunidades que pasan por momentos difíciles acudan a la ayuda de otras Iglesias hermanas. Ya San Pablo hizo una colecta en sus comunidades para socorrer a los pobres de la Iglesia de Jerusalén, que pasaban por momentos de extrema necesidad.

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, ha decidido que Cáritas haga una colecta en todos los templos y capillas el segundo domingo de Cuaresma, 24 de Febrero, para ayudar a la ingente labor que viene realizando la Cáritas de Argentina.

Cáritas, a quien he pedido que anime y canalice esta colecta en nuestra Diócesis, se ha movilizado para facilitar la participación de todos. A tal efecto ha abierto cuentas en el BBVA 0182 5918 45 020 2222221 y en UNICAJA 2103 0150 90 00 30006000 y está difundiendo todo el material de la Campaña.

Esta llamada que hago a la generosidad de todos los malagueños, es una ocasión propia para que la comunidad cristiana viva con más hondura y solidaridad la austeridad de vida a la que se nos invita en este tiempo de Cuaresma.

Cuento con vuestra generosa colaboración,

+ Antonio Dorado,

Obispo de Málaga