DiócesisCartas Pastorales Mons. Dorado

La oración por la unidad de los cristianos

Publicado: 18/01/2001: 1078

Pastoral de Mons. Dorado Soto
Semana de la Unidad

El 18 de Enero comienzan ocho días de oración por la unión de los cristianos. A pesar de lo que han dicho algunos en fechas aún recientes, el deseo de unidad está más vivo que nunca entre los miembros del Pueblo de Dios. El siglo XX pasará a la historia de la Iglesia como el siglo de los mayores deseos y esfuerzos de casi todos los cristianos por encontrar la unidad. Y el siglo XXI ha comenzado con buenos augurios. No sólo hemos trabajado juntos en favor de la remisión de la deuda de los países empobrecidos, sino que por primera vez en muchos siglos, este año vamos a celebrar todos la Pascua de resurrección en una misma fecha.

También hay dificultades, pues como dice el mensaje de la Comisión Episcopal “sabemos que el camino hacia la meta de la unidad frecuentemente incomprendido por unos y rechazado por otros, es un camino de cruz”. Por eso, a medida que surgen nuevas dificultades, se multiplican los esfuerzos, se redobla la oración y se acrecienta la esperanza de alcanzar la meta. Y si es imprescindible mirar tales dificultades de frente, con el mayor rigor teológico posible, también es necesario afrontarlas con serenidad de espíritu y con amor evangélico.

La Diócesis de Málaga nos ofrece posibilidades muy ricas para alentar la oración y el diálogo ecuménico y, al mismo tiempo, nos plantea exigencias que no podemos obviar. En algunos lugares, se colabora con cristianos de otras confesiones en tareas de carácter humanitario, en cesión de templos para encuentros de oración y en un diálogo que ayuda a conocernos mejor y a querernos como hermanos. Pero siendo importante lo que existe, es mucho más lo que nos está pidiendo el Espíritu y lo que nos brindan las circunstancias actuales de la Iglesia local.

Por lo pronto, sugiero a todas las comunidades, de forma muy especial a las que están en la Costa, aprovechar el Octavario de Oración. Puede ser una ocasión propicia para celebrar conferencias, para preparar la oración con cristianos de otras confesiones y para impartir una catequesis sólida a la propia comunidad. Aunque la concurrencia a estos actos sea minoritaria, el número no debe frenar nuestros esfuerzos e iniciativas.

Especialmente en lo referente a la oración, pues en la medida en que oremos y nos convirtamos al Señor, descubriremos que Jesucristo nos sigue diciendo a todos: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Porque la unión de los cristianos no va a ser fruto únicamente de nuestros acuerdos; y mucho menos, de silencios oportunistas o de cerrar los ojos a la verdad para que hable el corazón. La unión que buscamos se asienta en la verdad de Jesucristo, y es un don de Dios que encontrará en nuestros deseos y nuestros esfuerzos esa tierra bien abonada, capaz de dar fruto.

+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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