Carta Pastoral de Mons. Dorado
Jornada Mundial Medios Comunicación Social

Así llama el Papa a los medios de comunicación social, aludiendo al coraje del apóstol Pablo, que fue a proclamar el Evangelio en el corazón de la misma Atenas. Era una ciudad de sabios, de artistas y de comerciantes, que representaba la fase más avanzada de la cultura y de la economía de su tiempo. Y el Apóstol pensó que era allí donde se estaba diseñando el futuro, por lo que la eligió como su mejor plataforma para proclamar el Evangelio. Es verdad que no le tomaron muy en serio, al menos por lo que se aprecia en los resultados inmediatos. Pero hoy sabemos que aquella semilla fructificó hasta dar el ciento por uno.

Al celebrar hoy, domingo, la XXXII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, los cristianos no podemos menos que hacer examen de conciencia, y especialmente quienes trabajáis en este mundo apasionante. En primer lugar, para dar gracias a Dios, pues se trata de un medio muy eficaz para conocernos mejor unos a otros, para aunar y enriquecer la vida de las personas. Pero también, para revisar el uso que hacemos de ellos.

Es evidente que se puede hacer -y que se hace de hecho- mal uso de los medios. Mas nuestra denuncia no debe quedarse en el lamento amargo, que sólo genera desesperanza. Es hora de que las familias reflexionen y aprendan a decidir a quién han de dar entrada en su casa. No se trata de blindar las puertas, sino de educar la libertad, la sensibilidad, el buen gusto y el sentido crítico. Aquí tenéis los seglares un desafío a vuestro esfuerzo e imaginación. Quizá podrían montarse seminarios para debatir el tema en las APAS, en las Escuelas de Padres y en los Movimientos Apostólicos.

Por otra parte, estáis los creyentes que trabajáis en estos medios. Es necesario que imitéis la actitud de san Pablo, que no se dejó arredrar por el asombro ni las sonrisas de quienes creaban la opinión de su tiempo. Comprendo que no es tarea fácil, pero conviene que os conozcan por vuestro amor a la verdad, por vuestra negativa a manipular y por vuestra decisión de trabajar siempre en favor de los derechos humanos y de la defensa de los más pobres. ¡Con el anuncio sereno y con la denuncia cuando sea necesario!

También los sacerdotes podéis hacer una gran labor, si aprovecháis las diversas plataformas que están a vuestro alcance. Ante tanta información sesgada y tantos mensajes demoledores como entran cada día en nuestros hogares, hemos de tomar la iniciativa y emplear estos medios, para que "animados por el Espíritu, comuniquemos la esperanza", como reza el lema de esta Jornada. 
                                
+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga