DiócesisCartas Pastorales Mons. Dorado

Tu hermano está viviendo en la calle

Publicado: 26/11/2000: 891

Pastoral del Obispo de Málaga
  Día de los "Sin techo"

El domingo 26 de Noviembre, celebramos una campaña para hacernos solidarios con las personas “sin techo”. O más bien, para que no los olvidemos, pues los cristianos hemos de ser solidarios con los más pobres todos los días y a todas las horas. Solidarios y hermanos de verdad.

Los llamados “sin techo” aumentan sin cesar en los países ricos. Pertenecen a ese grupo que algunos sociólogos han dado en llamar la tercera clase. Son los más pobres entre todos los empobrecidos. Y bajo la denominación aséptica de los “sin techo”, se esconde el tremendo drama de quienes carecen de lo más fundamental para vivir: un trabajo, un dinero, una familia, un poco de cariño y un hogar al que poder dirigirse cada tarde.

Su procedencia es muy variada. Unos son enfermos psíquicos que perdieron ya a sus padres y a esos familiares samaritanos que les prestaban su ayuda. Otros, personas a quienes la droga y el alcohol llevaron a romper con su familia. No faltan quienes fracasaron en el matrimonio y la ruptura familiar los dejó abandonados sin casa, sin familia y sin recursos. A veces son personas desplazadas no se sabe bien por qué ni de dónde, de quienes únicamente constatamos que proceden de otras ciudades y países. O familias enteras, a quienes un desahucio dejó en plena calle o que nunca tuvieron una vivienda en condiciones. Todos juntos forman esa humanidad crucificada, cuyo cuidado nos encomendó el mismo Señor a sus seguidores.

Fiel a la recomendación de Jesucristo, la comunidad cristiana tiene el grato deber de hacerse cargo de estos hermanos. Lo difícil es descubrir la manera más adecuada de hacerlo en cada caso, porque cada historia humana es diferente. Aparte de otros muchos servicios que presta a través del Centro de Acogida "San Juan de Dios", el Patronato "Santo Domingo", las Cáritas parroquiales y de Cáritas diocesana, la Iglesia de Málaga está construyendo un centro de acogida con ocasión del Año Jubilar. Es lo que hemos dado en llamar el “gesto diocesano”, porque es una especie de manifestación del amor que hemos implorado a Dios y hemos compartido durante la celebración del Jubileo.

Ese gesto está llamado a permanecer en cada corazón cristiano, para recordarnos que los hermanos “sin techo” siguen estando ahí, en la calle de las grandes ciudades, junto a los escaparates y los cajeros automáticos de los bancos. Su presencia anónima al lado mismo de la riqueza, más que una provocación es una llamada de Jesucristo, el Dios crucificado, que nos invita a descubrir también en estos hermanos la dignidad y la grandeza de toda persona humana.

La respuesta personal y comunitaria a esta llamada apremiante del Evangelio no se puede dejar para mañana. Es hora de que todos nos pongamos manos a la obra. Unos lo hacen trabajando con ellos, mediante la atención directa. Otros, mirándolos como hermanos cuando se los cruzan por la calle y levantando la voz en su defensa. Pero todos podemos echar una mano, al menos con la aportación económica que nos dicten nuestras posibilidades y nuestra generosidad.

Nadie debería pasar de largo ni mirar hacia otro lado. Como dice el lema de esta campaña, “mírame, vivo en tu calle. En la calle”. En mi condición de Obispo de esta diócesis de Málaga, me uno a este grito con un humilde ruego: colabora como puedas con quienes están trabajando en primera línea del servicio a los “sin techo”.  

+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga.

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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