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Volver a casa (Día de los Sin Techo)

Publicado: 18/01/1998: 850

Volver a casa es una de las experiencias humanas más gratificantes de casi todos nosotros. Significa disponer de un lugar seguro donde resguardarse del frío y de la lluvia cada tarde, encontrar ese espacio cálido en el que están nuestras cosas personales y nos sentimos seguros y queridos. La casa es el lugar de los afectos y de los recuerdos más queridos.

Pero hay muchos miles de españoles que no pueden ir a casa. Al menos, a lo que entendemos por una casa digna. Es el caso de esas 273.000 personas que malviven en la calle, en albergues, en chabolas, en cuevas y en prefabricados. Y se cuentan por cientos de miles quienes habitan viviendas insalubres y ruinosas, y los que conviven con familiares en situción de hacinamiento.

Diversas instituciones de la Iglesia vienen denunciando desde hace años la grave situacion de Los Sin Techo. Empezaron por fijarse en esos hermanos y hermanas que duermen encima de un banco o en un portal cada noche, pero se han dado cuenta de que Los Sin Techo son más numerosos de lo que se observa a primera vista. Los que duermen sobre un banco son el rostro más visible y doloroso de millones de seres humanos. Según estudios fiables, más de 1.100.000 personas europeas viven en la calle, y en torno a 18 millones carecen de vivienda que merezca el nombre de tal.

Ante este grave problema humano y social, nadie debería mirar hacia otro lado; y desde luego, no puede hacerlo con la conciencia tranquila ningún cristiano responsable. Es un problema de todos, que nos pide movilizar nuestro amor fraterno y nuestras mejores energías para actuar.

Por lo pronto, hay que tomar conciencia del problema y denunciarlo insistentemente ante la opinión pública. Ese es sólo el primer paso. Luego hay que investigar sus causas, para hallar la soluciones adecuadas. Los expertos hablan del trabajo en precario, del alto índice de desempleo, de la salida masiva de enfermos mentales de los hospitales psquiátricos, de rupturas familiares, de falta de una política seria de viviendas públicas... Lo que parece evidente es que sólo la acción decidida de los diversos gobiernos puede dar una respuesta eficaz a estas graves situaciones. Pero sabemos que es necesaria la presión social para que los gobiernos se movilicen.

Tal es el sentido de la Campaña del Día de los Sin Techo, que se celebra el 18 de Enero, y que este año lleva por lema "Píntales otro futuro. Un techo por derecho". Cada uno de nosotros podemos hacer muy poco, pero si unimos nuestras voces y nuestra reflexión quizá logremos hacernos oir.

Los cristianos no debemos olvidar el episodio de Belén, cuando la Virgen María tuvo que dar a luz en una cueva porque no había un lugar para ellos, para los pobres, en las posadas del mundo. Cada niño que nace es un hijo de Dios que necesita un hogar; cada familia es sagrada por la dignidad que el mismo Dios le ha dado; y cada persona que no tiene casa es un hermano que requiere nuestra ayuda. El Día de los Sin Techo nos invita a poner ese minúsculo grano de arena que está a nuestro alcance, para que también ellos puedan volver cada tarde a casa.

+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga.

Diócesis Málaga

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