DiócesisCartas Pastorales Mons. Dorado

Los frutos del IV Centenario del Seminario

Publicado: 19/03/1997: 925

Pastoral de Mons.Dorado
  Día del Seminario

Hace más de cinco meses, comenzó a difundirse nuestro Proyecto Pastoral Diocesano. Lleva por título El camino de la Iglesia de Málaga hacia el Tercer Milenio. La palabra camino, de hondo contenido evangélico, nos está  invitando a ponernos en marcha. Y la palabra Iglesia, que significa "reunión o asamblea", nos sugiere que debemos hacer el camino juntos, como un solo pueblo de Dios que busca su meta. Quizá por eso, el Proyecto Pastoral ha ido llegando a cada pueblo, a cada ciudad y a cada parroquia con sorprendente rapidez. Y somos muchos los que nos hemos puesto en camino, sabedores de un pasado del que nos sentimos agradecidos, y de un presente que parece rico en posibilidades de redescubrir que el Evangelio es Vida. Pues el Evangelio es la gran respuesta que está buscando, tal vez sin saberlo, el hombre de hoy y de siempre. Porque Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.

En este "camino de la Iglesia de Málaga hacia el Tercer Milenio", hay fechas que marcan un hito en el corazón de todos. Tal fue el día 2 de Febrero, cuando proclamamos en todas las misas y en otros encuentros de fe, el comienzo del IV CENTENARIO DEL SEMINARIO DIOCESANO. Son cuatrocientos años de servicio a Dios y al Reino de Dios, que Málaga quiere rescatar del olvido y del anonimato. Al recorrer el cauce de sus días y sus años, constatamos que esta institución ha dado a nuestra tierra figuras señeras en el campo de los saberes, de la música, de la literatura, del arte, del deporte y de la santidad. Pero ha dado, sobre todo, personas de una fe silenciosa y recia que han mantenido vivo el fuego del Evangelio en nuestros pueblos y ciudades. Como sacerdotes unos y como seglares de sólida preparación otros.

Al celebrar el DIA DEL SEMINARIO el 16 de Marzo, os pido a todos que este IV CENTENARIO de su fundación no se quede en un recuerdo agradecido ni una especie de abrazo romántico del Seminario con las gentes que le han dado vida y le sostienen. Tenemos que materializar esta efemérides en signos bien visibles. Y uno de ellos tiene que ser la llegada de nuevos seminaristas. No me parece excesivo arriesgar el número de veinte para el próximo curso, como he señalado ya en diversas ocasiones. Es algo más que un deseo. Málaga los necesita y nuestras comunidades cristianas tienen buen rescoldo de fe, que podemos reavivar entre todos: padres, sacerdotes, profesores, dirigentes de movimientos apostólicos y catequistas. Aunque la última palabra la tenéis todos y cada uno de vosotros, jóvenes cristianos.

Y junto con las nuevas vocaciones, necesitamos apoyo económico para mantener una preparación de calidad. Con vuestra generosidad, no sólo estáis invirtiendo en la preparación de los sacerdotes que os van a servir, estáis apostando por el Evangelio y por el Reino de Dios que ellos van a proclamar. Ayudad generosamente al Seminario.

Pero sabéis bien que un sacerdote santo es un regalo de Dios, y que cada vocación es fruto de su gracia. Por eso os invito a orar de forma continuada por las vocaciones sacerdotales y por todos los sacerdotes. Que cada sagrario de la Diócesis sea manantial inagotable de luz que ilumina y de fuerza que sostiene a los jóvenes que se plantean la vocación sacerdotal y a los sacerdotes que os sirven. ¡Como quería el inolvidable Don Manuel González! Necesitamos la oración de todos, pues por el Señor no va a quedar.  

Son tres objetivos complementarios; tres ofrendas al Señor, como testimonios de gratitud en este IV CENTENARIO. Sabemos que todo es gracia en los asuntos de Dios, pero El actúa por medio de nosotros. Y nos corresponde hoy preparar nuevos sacerdotes, APOSTOLES PARA EL 2.000, como dice el lema de este año. Así se lo confiamos a María y a José, en la fiesta del santo Patriarca.

+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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