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El cariño y abnegación de las familias (Día Mundial de la Salud Mental)

Publicado: 10/10/2005: 1003

El Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de Octubre, nos invita a tomar conciencia del papel de la familia también en este campo. Gracias a ella, muchos enfermos mentales gozan de la protección y del apoyo que necesitan para vivir. De ahí el prestigio de AFENES, la asociación de familiares con enfermos de esquizofrenia, que se ocupa de los seres queridos más necesitados. Gracias a la unión de fuerzas y trabajo, AFENES ha logrado que muchos enfermos mejoren su autonomía personal, se integren en la sociedad, e incluso en la vida laboral, y cuenten con el apoyo imprescindible en los momentos de crisis. Pero su capacidad se ve muy limitada por falta de recursos. Aunque sobresalen por su cariño, su abnegación y su creatividad, no pueden dar la respuesta que estos enfermos necesitan.

El Estado autonómico, que tiene transferidas las competencias en lo referente a la salud, no ha podido o no ha sabido afrontar dignamente este grave problema social. Y si bien hay que alabar el apoyo que presta a las asociaciones de familiares, es necesario que se haga cargo de estos enfermos, pues sólo él, con los impuestos que pagamos los ciudadanos, dispone de los medios necesarios. No me corresponde señalar las carencias actuales, pero aparecen con frecuencia en la prensa y son suficientemente conocidas.

Por mi parte, no sólo quiero expresar mi apoyo a estos enfermos y a sus familias, sino invitar a todas las comunidades cristianas a redoblar sus esfuerzos, potenciando con su participación activa las asociaciones existentes. Como humanas que son, tendrán sus deficiencias, pero con el apoyo crítico y generoso de todos, lograremos superarlas, pues el papel de la familia siempre será imprescindible, por mucho que mejoren los servicios sociales en este campo.

En vísperas de esta fecha, deseo recordar las luminosas y cálidas palabras de Juan Pablo II, en su carta apostólica sobre el sufrimiento humano. "Pensando, decía, en todos los hombres que con su ciencia y capacidad prestan tantos servicios al prójimo que sufre, no podemos menos de dirigirles unas palabras de aprecio y de gratitud". Y dirigiéndose a los cristianos, afirmaba: "El Evangelio es la negación de la pasividad ante el sufrimiento. El mismo Cristo, en este aspecto, es sobre todo activo. De este modo realiza el programa mesiánico de su misión según las palabras del profeta: ‘El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió para evangelizar a los pobres; me envió a predicar a los cautivos la libertad, a los ciegos la recuperación de la vista; para poner en libertad a los oprimidos, para anunciar un año de gracia del Señor’. Cristo realiza con sobreabundancia este programa mesiánico de su misión: Él pasa ‘haciendo el bien’, y el bien de sus obras destaca sobre todo ante el sufrimiento humano" (SD 29.30).

+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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