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El sostenimiento de la Iglesia (Campaña declaración de la renta)

Publicado: 14/05/2006: 1264

Durante estos meses, en los que los ciudadanos presentamos la Declaración de la Renta, la Iglesia se dirige a las personas que están obligadas a hacer dicha Declaración para que le den su apoyo, mediante el procedimiento de marcar una cruz en la casilla asignada a tal efecto. En mi condición de Obispo de Málaga, también yo os invito a que pongáis esa cruz. Es una manera de expresar nuestra gratitud a Dios por el don de la fe, que se recibe y alimenta en el seno de la comunidad cristiana, de la Iglesia.

Quizá la mejor forma de conocer la impresionante labor de la Iglesia consista en acercarse a la propia parroquia. A lo largo de la semana, no sólo nos da la posibilidad de celebrar la Eucaristía, sino que acoge a los niños que desean iniciarse en la fe, visita a los enfermos a través de los miembros de pastoral de la salud, ayuda a quienes desean conocer mejor el Evangelio, reza por nuestros seres queridos vivos y difuntos, prepara y celebra con esmero el bautismo y el matrimonio de vuestros hijos y ayuda cuanto puede a los más necesitados. Todo ello es posible gracias a la entrega de numerosas personas, que dan lo mejor de sí mismas, sin otro salario que la alegría de servir a Jesucristo y a los demás.

Mas para que nuestros complejos parroquiales puedan prestar estos servicios con la conveniente dignidad, es necesario que haya un párroco al frente, que se disponga de las dependencias necesarias, que éstas se mantengan limpias y en buen estado, que se renueve el mobiliario y que se paguen la luz, el teléfono y el agua. Son cosas cotidianas, en las que habitualmente no se piensa. Es verdad que se realizan colectas dominicales, pero apenas llegan a cubrir gastos. Algunas parroquias cuentan con un buen respaldo de sus fieles, pero hay otras más pequeñas y más pobres, que necesitan acudir al Obispado cuando tienen que afrontar gastos extraordinarios. Por tal motivo, tenemos una bolsa de solidaridad que se nutre de donaciones voluntarias, de un porcentaje de sus ingresos que aporta cada parroquia y de lo que llega mediante la cruz que se marca en la Declaración de la Renta.

Aunque sea una ayuda que, en el caso de la diócesis de Málaga, apenas supone el 20 % de sus ingresos, lo que procede de esa cruz, que varios marcáis voluntariamente al hacer vuestra Declaración, significa mucho para una Iglesia pobre como la nuestra. Os lo agradezco a cuantos realizáis este gesto, que pone de manifiesto vuestra cercanía y vuestra colaboración. Vosotros vais a pagar lo mismo y estáis ayudando a la Iglesia en su misión de servir a Dios y a los hombres, en especial, a los más necesitados.

Sabemos que es Jesucristo, Cabeza y Fundamento de la Iglesia, quien la sostiene y la guía a través de la historia, con la luz y la fuerza del Espíritu Santo. Pero Él se sirve de nosotros, que somos sus manos, sus pies y su rostro en el acontecer diario. Y todos somos necesarios para que la Iglesia se mantenga llena de vida y para que desarrolle su tarea evangelizadora. Como miembros vivos, unos colaboran con su santidad; otros, con su compromiso apostólico en algún servicio pastoral de la parroquia; y todos, con la colaboración económica. Ahora tenemos la oportunidad de hacerlo de un modo sencillo y eficaz: marcando la cruz.
Es algo que os agradezco especialmente a cuantos, a pesar de vuestra búsqueda sincera, pensáis que no tenéis fe y, sin embargo, miráis con simpatía la labor que realiza la Iglesia y la apoyáis de esta manera.


+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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