DiócesisCartas Pastorales Mons. Dorado

La visita del papa Benedicto XVI

Publicado: 09/07/2006: 1201

Carta Pastoral de Mons. Dorado Soto
Con ocasión de la Visita del Papa Benedicto XVI a España

Benedicto XVI es el 264 sucesor de San Pedro, que el 8 de Julio llega a España en visita pastoral. Es decir, viene entre los suyos, a su casa, porque la Iglesia es el hogar de los cristianos. Y viene a alentar la fe del Pueblo de Dios, a presentar el Evangelio de la familia y compartir nuestros gozos y sufrimientos. Es verdad que su palabra y su afecto están dirigidos a todos, creyentes y no creyentes, pero en especial a los católicos.

Antes que ver en él a un hombre sabio, que lo es, nosotros vemos en el Papa a un hombre de Dios, lleno de esa sabiduría profunda que brota de la oración y que transmite con palabras auténticas y sencillas. Su portentosa inteligencia y sus horas de reflexión y de estudio están sazonadas por una cálida experiencia de Dios, que le permite presentar de manera viva y cercana los grandes misterios de la fe. Es un precioso don que Dios le ha concedido a fin de que sea un testigo fiel del Evangelio de siempre, y lo presente de manera actualizada, para que los hombres de hoy nos sintamos aludidos y provocados.

Además de este estilo directo, fruto de sus muchos años de estudio y oración, lo que caracteriza al Papa es que se trata del sucesor de Pedro. Con esta afirmación deseo decir que goza de una ayuda especial del Espíritu Santo, para promover la unión de los católicos en la confesión de una misma fe y en la aceptación de unos mismos valores. Es verdad que los Papas pronuncian definiciones dogmáticas en raras ocasiones. Juan Pablo II, que protagonizó uno de los pontificados más largos de la historia y escribió numerosas Encíclicas, no definió ninguna verdad de fe, y seguramente tampoco lo haga Benedicto XVI. Pero el Espíritu Santo les asiste también cuando nos recuerdan y nos enseñan las verdades centrales del credo, o nos presentan los comportamientos que han de guiar nuestra conducta, porque están en sintonía con el Evangelio. Por eso, los hijos de la Iglesia les ofrecemos nuestra obediencia religiosa.

Esta obediencia a la enseñanza del Papa no coarta nuestra libertad ni disminuye nuestra capacidad de pensar y nuestra autonomía. Por el contrario, son la decisión libre y madura de quien acepta por fe la presencia del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia, y es lo bastante inteligente para darse cuenta de que la verdad de Dios y del hombre nos desborda y no está a merced de las ocurrencias personales. El mismo Papa, consciente de sus limitaciones, no suele pronunciar un discurso, impartir una catequesis o escribir una Encíclica sin haber estudiado antes, haber escuchado a las personas más expertas y haber orado mucho. Y es ahí, en la escucha, en el diálogo y en la oración, donde él vislumbra la luz del Espíritu, para confirmar en la fe a sus hermanos.

Es lo que desea hacer Benedicto XVI en su venida a Valencia. Unos somos más afortunados y vamos a tener la alegría de acompañarle y escucharle en directo, pero él desea hablar para todos y seguramente todos vais a tener la oportunidad de escuchar sus palabras por la radio y la televisión. Mientras tanto, os invito a orar por el Papa, que nos visita en nombre del Señor para confirmarnos en la fe, alentar nuestra esperanza e impulsar nuestro amor a Dios y al hombre.


+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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