DiócesisCartas Pastorales Mons. Dorado

Una oportunidad para la aventura más apasionante (Carta a los turistas)

Publicado: 25/06/2006: 1143

Todos los años por estas fechas os escribo en nombre de la Iglesia católica de Málaga a cuantos habéis elegido nuestra provincia para descansar y recuperar energías. Dado que muchos de vosotros sois seguidores de Jesucristo y os sentís agradecidos por el don recibido en el bautismo, espero que encontréis una parroquia donde compartir la fe, el amor y la esperanza. Muchos venís de otros lugares de España; y un porcentaje alto, de diferentes países del mundo. A todos os doy mi bienvenida cordial en nombre de la Iglesia. Quienes no habláis nuestra lengua, encontraréis algunas facilidades para seguir la santa misa y acudir al sacramento de la penitencia. Muchos sacerdotes hablan y entienden otros idiomas de la Unión Europea y la mayoría desarrolla el ingenio para dar facilidades por medio hojas escritas en diversas lenguas. La bandera de vuestra patria, que encontraréis en algunos templos, os llevará hasta las hojas escritas en vuestra lengua. Espero que os sintáis acogidos y os integréis, en la medida posible, en esta gran familia que somos la Iglesia Católica, que, desde su origen, celebra la santa misa cada domingo.

También os doy la bienvenida a quienes, sin ser creyentes, compartís la pasión por el hombre, por la belleza y por el medio ambiente. Málaga cuenta con una geografía privilegiada y con unas costumbres populares muy particulares. Aparte de sus núcleos costeros, con sus playas, y de ciudades del interior, como Antequera, Archidona y Ronda, las aldeas de la serranía reservan impresionantes sorpresas a quienes las visitan con curiosidad y sosiego. El trato con sus gentes y el conocimiento de sus costumbres encierran una riqueza excepcional.

Por mi parte,  pienso que el descanso no consiste en la pasividad ni en la rutina y, en consecuencia, os invito a realizar esa especie de “turismo interior” que consiste en el noble ejercicio de observar, de pensar y de buscar la verdad más honda que llevamos dentro. La convivencia entre los esposos y la cercanía a los hijos durante las vacaciones ayudan a fortalecer los lazos familiares, a acrecentar la confianza y a adentrarse en el rico mundo interior de los seres queridos. Por otra parte, el senderismo por la soledad de la montaña y un paseo junto al mar proporcionan una preciosa ocasión para buscar el rostro de Dios vivo. San Agustín nos recuerda que Dios habita en el corazón de cada hombre y que podemos hallar su presencia si nos dejamos guiar por nuestros anhelos de amor, de belleza y de verdad; esos anhelos que señalan la existencia de un horizonte de sentido infinito y personal, donde el hombre encuentra su realización en el encuentro con Dios.

De esta forma, las vacaciones, además de proporcionarnos el descanso necesario, lejos de los horarios y de las prisas, nos ayudan a mantener en forma nuestro cuerpo, y a cultivar el espíritu en la aventura apasionante de abrirnos al Misterio. La sabiduría de los antiguos señalaba como objetivo de toda madurez humana el desarrollo equilibrado del cuerpo y del espíritu: “mens sana in corpore sano”, decían. Y pienso que este lema mantiene toda su vigencia, pues nos invita a practicar el descanso y el ejercicio físico, sin olvidar el cultivo del espíritu mediante la lectura, la visita a monumentos y museos, la contemplación de la naturaleza y la búsqueda de nuestra dimensión transcendente.

A todos os doy mi bienvenida y os deseo una estancia muy grata entre nosotros. Espero que vuestras vacaciones no sean un tiempo vacío. Por consiguiente, a los que sois católicos, os animo a que no olvidéis la celebración de la misa y a que dediquéis más tiempo a la oración, para que estos días os ayuden a crecer en fe, en amor y en esperanza. Y a cuantos os consideráis agnósticos o no creyentes, a que abráis el corazón y la inteligencia al Misterio de Dios, que os ama con sus entrañas de Padre.

+ Antonio Dorado Soto
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
Más artículos de: Cartas Pastorales Mons. Dorado
Compartir artículo