DiócesisCartas Pastorales Mons. Dorado

Rogad por vuestros presbíteros

Publicado: 09/04/2006: 2288

El martes santo, 11 de Abril, por la mañana, celebraremos la misa Crismal. Os invito a participar en esta Eucaristía a todos los que buenamente podáis hacerlo, pues se trata de un encuentro de oración especialmente significativo y entrañable para el Pueblo de Dios. En ella, se consagrará el santo Crisma, con el que serán ungidos los nuevos cristianos, los jóvenes que soliciten la confirmación y los nuevos sacerdotes. También se bendecirán los óleos de los enfermos, para cuantos soliciten la oración de la Iglesia durante su enfermedad; y los santos óleos de los catecúmenos, para los que se preparan a recibir el bautismo. Al finalizar la santa misa, cada sacerdote se llevará una porción a su parroquia, como expresión de que todos somos una misma Iglesia.

Pero quizá el acto más expresivo sea la renovación de las promesas sacerdotales, que realizarán los sacerdotes asistentes. Los conocéis de cerca, con todos sus valores y defectos, pues han ofrecido su vida para servir al Pueblo de Dios y consumen día a día su existencia en medio de vosotros. Su misión consiste en proclamar el Evangelio con obras y con palabras, en celebrar los santos sacramentos por los que nos llega ese caudal de vida eterna que es la gracia divina y en alentar a todos para que podamos descubrir el rostro amigo de Dios y la grandeza de toda persona, en especial de las más necesitadas y marginadas.

En el hondo silencio de nuestra Catedral van a resonar dos preguntas tremendas. “¿Queréis uniros más fuertemente a Cristo, les diré, y configuraros con Él, renunciando a vosotros mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptasteis gozosos el día de vuestra ordenación para el servicio de la Iglesia?” “¿Deseáis permanecer, continuaré preguntando, como fieles dispensadores de los misterios de Dios en la celebración eucarística y en las demás acciones litúrgicas, y desempeñar fielmente el ministerio de la predicación como seguidores de Cristo, cabeza y pastor, sin pretender los bienes temporales, sino movidos únicamente por el celo de las almas?”. Ellos responderán sencilla y decididamente con un firme: “Sí, quiero”. Podéis estar seguros de que lo dicen con toda el alma.

Como humanos, tienen sus defectos y pecados, pero vosotros conocéis mejor que nadie su entrega diaria hasta el agotamiento, su sobriedad de vida, su generosidad, su capacidad de escucha y su cercanía al pueblo llano. Es doloroso que sólo salga en los medios de comunicación la exigua minoría que comete algún error o pecado, mientras que se silencia avaramente la tarea generosa y abnegada de los más, cercanos siempre a los que sufren.

Por eso os invito a que pongáis de manifiesto este año, con vuestra presencia en la misa crismal, todo el cariño que los tenéis y el apoyo que necesitan en un mundo que silencia su impresionante labor y airea sus culpas y errores. Además de abrirles vuestros hogares y prestarles la colaboración más leal en la tarea evangelizadora, os animo, como diré en la misa crismal, a que roguéis “por vuestros presbíteros, para que el Señor derrame abundantemente sobre ellos sus bendiciones”, para que “sean ministros fieles de Cristo sumo sacerdote, y os conduzcan a Él, única fuente de salvación”.

+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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