DiócesisCartas Pastorales Mons. Dorado

Abrid el corazón a Jesucristo

Publicado: 25/12/2004: 1091

Carta Pastoral de Mons. Dorado Soto Festividad de la Natividad del Señor

¡Feliz Navidad a todos! Especialmente a los niños, a los que sufrís alguna enfermedad, a los mayores, a los que os encontráis solos y a quienes habéis perdido un ser querido en fechas recientes. ¡Abrid el corazón a Dios, que viene a nuestro encuentro en el Niño de Belén!

Este año vamos a celebrar la Navidad acompañando a la Virgen María, en el 150 aniversario de la proclamación del dogma de su Concepción Inmaculada. Nadie como Ella, para llevarnos al pesebre de Belén y reavivar nuestra fe y nuestra esperanza.

María, nuestra Madre, humana como nosotros, nos enseña a confiar en Dios, cuando se cierran todas las puertas; a descubrir su presencia misteriosa en la debilidad de un niño recién nacido; y a aceptar con alegría que el Señor de los cielos y de la tierra nos manifieste su amor identificándose con los últimos.

Sólo Él puede sanar y transformar nuestros corazones. Lo importante es que nos acerquemos al misterio de Belén, pues en ese Niño que nace fuera de la ciudad porque no hay un lugar para Él en nuestro mundo, Dios se adentra en la historia de los hombres para hacernos partícipes de su vida. Es necesario que nada nos distraiga del sentido más profundo de esta noche y de estas fiestas.

Vivimos en medio de una sociedad que las ha convertido en unas ferias de invierno, sin apenas sentido religioso. Y los cristianos, en lugar de lamentarnos y criticar el comportamiento de los otros, debemos ser la Sal que da sabor a la vida y la Luz que ilumina la existencia. Pero sólo conseguiremos este objetivo en la medida en que nos acerquemos a Jesús de la mano de María y sepamos escuchar aquellas palabras que Ella dijo a los discípulos en las bodas de Caná: "Haced lo que Él os diga".

La plenitud humana y evangélica que resplandece en la Inmaculada Concepción, nuestra Madre, es un signo de esperanza y el espejo en el que tenemos que mirarnos mientras nos acercamos alegres a Belén para celebrar el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Porque Dios se ha hecho hombre, nacido de una mujer, para hacernos santos por el amor; para hacernos a todos hijos suyos. ¡¡Os deseo una Navidad llena de Dios! O lo que es igual, llena de amor y de esperanza.


D. Antonio Dorado Soto
✝ Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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