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Los Mártires: signos de amor, de perdón y de paz

Publicado: 22/07/2007: 1489

El primer signo que se realiza sobre la frente de las personas que van a recibir el sacramento del Bautismo es la señal de la cruz. Para nosotros es la máxima expresión del amor de Dios al hombre, porque en ella murió Jesucristo, el Hijo Unigénito de Dios. Lo que era, para los romanos, un instrumento de tortura, de humillación y de muerte, se ha convertido en la manifestación más luminosa del amor de Dios al hombre. Nosotros hemos podido vislumbrar esta grandeza a la luz de la resurrección de Jesucristo.

Aunque Él nos dijo que el discípulo no es más que su Maestro y que también sus seguidores conoceríamos la persecución, la Iglesia no se alegra de que sus hijos se vean perseguidos, torturados y asesinados. Sin embargo, a pesar de su dolor, descubre en los que han afrontado el martirio a lo largo de los tiempos un signo grandioso y elocuente de autenticidad evangélica.

Durante el siglo XX, la Iglesia universal, y con ella la española, ha sufrido en su carne persecuciones muy violentas y ha visto cómo numerosos hijos suyos de toda edad y condición, recibieron el martirio. Aunque habían dedicado su vida a amar y a servir a Dios y a los hombres haciendo el bien, fueron víctimas inocentes de terribles torturas, que acabaron con sus vidas.

Como dice la Conferencia Episcopal, todos ellos tienen algunos rasgos comunes: que fueron hombres y mujeres de fe y de oración;  que eran apóstoles de Jesucristo y se comportaron con valentía a la hora de confesar a Jesucristo; que, en las circunstancias más difíciles, supieron confortar y sostener a sus compañeros de prisión; que no se dejaron amedrentar y rechazaron todo tipo de propuestas tendentes a negar su identidad cristiana; que se mantuvieron fuertes en medio de los malos tratos; que perdonaron a sus verdugos de manera explícita y rezaron por ellos; que supieron abandonarse en manos de Jesucristo, con una profunda paz, en el momento del sacrificio. Esta actitud brotaba de su confianza en Dios y de su esperanza en la vida eterna.

El 28 de Octubre van a ser beatificados en Roma 498 españoles, de los miles que entregaron su vida por mantenerse fieles al Señor. De ellos, 21 están relacionados con la Diócesis de Málaga, porque nacieron aquí; porque recibieron el martirio entre nosotros, donde trataban de vivir su fe y de contagiar su amor a todos; o por ambas cosas a la vez.

Deseo destacar a dos especialmente conocidos y queridos por nosotros: al Rector del Seminario, D. Enrique Vidaurreta, nacido en Antequera; y al seminarista, ordenado ya de diácono, Juan Duarte, de Yunquera. Podéis encontrar sus biografías en la librería diocesana, escritas con gran rigor y cariño por uno de nuestros párrocos, que ha reunido numerosos testimonios de testigos presenciales. Espero y deseo que pronto tengamos las biografías de todos los demás.

Tras el tremendo dolor por la pérdida de sus hijos, es natural que nuestra Iglesia trate de recordar su testimonio y de dar a conocer su manera heroica de vivir y confesar el Evangelio en tiempos de inclemencia. Su vida y su muerte constituyen una invitación a profundizar en la fe que configuró su ser, a encarnar el amor que guió su existencia y a acogerlos como un signo de esperanza también para el hombre de hoy. De ahí que la mejor manera de prepararnos para su beatificación y de celebrarla consista en promover en todo el pueblo de Dios un nuevo impulso al perdón generoso y a la santidad, a la que todos estamos llamados.

Además de invitar a todos a peregrinar a Roma, anuncio que celebraremos una misa para ofrecernos a Dios como peregrinos de la paz, tanto los que vayamos a Roma como los que no puedan ir; y otra, para dar gracias a Dios e implorar, por Santa María de la Victoria, Madre y Patrona de la Diócesis, la intensificación de nuestra vida de fe y del anuncio del Evangelio. Nuestros mártires, signos de amor, de perdón y de paz, nos convocan a todos a ser testigos de Dios en nuestro aquí y en nuestro ahora

+ Antonio Dorado Soto,

Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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