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Las cuentas de la Iglesia y los Consejos de economía

Publicado: 19/11/2006: 871

Como ya es habitual, la diócesis de Málaga ha hecho públicas sus cuentas del año, de las que el semanario DIÓCESIS presenta un apretado resumen. En mi condición de Obispo, considero que la transparencia es un deber de las personas que gestionan la administración diocesana y un derecho de todo Pueblo de Dios. Este conocimiento es necesario para que el católico asuma lúcidamente la responsabilidad del sostenimiento económico de su Iglesia; esa Iglesia que le ha dado la fe, le ofrece todos los servicios que necesita para vivirla con hondura y le invita a participar activamente en la tarea de proclamar el Evangelio y contribuir a la construcción del Reino de Dios.

Puesto que cada parroquia recibe un ejemplar de la publicación que presenta las cuentas de la Diócesis, lo conveniente es que los equipos de economía de las parroquias lean despacio y analicen con rigor estos datos que se les ofrecen, y que informen luego a los miembros de la comunidad parroquial. Si la verdad nos hace libres, en el caso de la economía, no sólo nos libera de prejuicios muy extendidos, sino que nos anima a actuar de manera consecuente.

Al comparar el ejercicio de 2005 con el de los dos años anteriores, observaréis que se ha producido un avance significativo de los ingresos, aproximadamente el 20 %. Y lo que tiene mayor interés es que ese aumento se debe básicamente a la aportación del Pueblo de Dios. Por consiguiente, a la contribución directa de cada uno de nosotros. En consecuencia, hay que dar gracias a Dios, pues se acrecienta la responsabilidad de los fieles.

Como sabéis, el Proyecto Pastoral Diocesano que hemos estrenado este curso insiste una vez más en que las parroquias tengan un Consejo de Economía. Muchas ya lo tienen, pero es un terreno delicado, en el que tenemos que influir para que le pongan en marcha también aquellas que no le tienen aún, y para que se revise el funcionamiento y la eficacia del mismo, pues el Consejo de Economía es un instrumento muy valioso para impulsar la corresponsabilidad de todos y la transparencia. Además, ha de servir para que se avance en la comunicación cristiana de bienes y en el incremento de la cifra que se destina al servicio de los más necesitados.

Como sabéis, los recientes acuerdos de la Conferencia Episcopal Española con el Gobierno han fijado en el 0,7 de la declaración de la renta el porcentaje que irá a la Iglesia Católica, en el caso de las personas que así lo manifiesten. Aunque se trata de un paso importante, conviene tener en cuenta que dicho 0,7 únicamente afecta a un 20 % de la economía de nuestra diócesis, ya que aproximadamente el 80 % de los ingresos no procede de ese capítulo.

Deseo y espero que esta información que se hace pública nos ayude a pensar y a preguntarnos si nuestra aportación a la Iglesia es la adecuada a nuestras posibilidades y al estilo de vida que llevamos. No olvidéis que la misión evangelizadora que tenemos encomendada necesita recursos humanos dignos.

También puede servir para tomar conciencia de la gran generosidad de muchos hermanos, y para eliminar algunos tópicos que circulan sobre las riquezas de la Iglesia. Al menos, entre buscamos la verdad, porque somos sus hijos.

+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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