DiócesisCartas Pastorales Mons. Dorado

La unión de los cristianos, una tarea de todos

Publicado: 21/01/2007: 808

Carta Pastoral de Mons. Dorado Soto Semana de oración por la unidad de los cristianos

El 21 de Noviembre de 1964, el Papa Pablo VI aprobó y promulgó el Decreto sobre el Ecumenismo, que habían elaborado y votado los padres conciliares, reunidos en la basílica de San Pedro para celebrar el concilio Vaticano II. El fin de este documento, y uno de los objetivos principales del concilio, era “promover la reconstrucción de la unidad entre todos los cristianos”, tarea en la que todos podemos y debemos colaborar.

Al cabo de estos 42 años se han dado pasos muy importantes. Hemos aprendido a mirar al otro con afecto, a descubrir sus riquezas evangélicas y a darnos cuenta de que es más lo que nos une que lo que nos separa. En nuestra diócesis de Málaga se colabora en proyectos de ayuda solidaria, en reuniones de estudio y en encuentros de oración, así como es habitual el que cedamos ocasionalmente algunas dependencias parroquiales a los cristianos no católicos que carecen de un lugar para celebrar el culto. Aunque los pasos más firmes y visibles se hayan producido en los encuentros de los sucesivos Papas con los responsables de las diversas Comunidades cristianas y en las reuniones entre expertos para ver hasta qué punto compartimos la misma fe, dentro del Pueblo de Dios sin más, que somos la mayoría, se ha ido produciendo un acercamiento afectivo que constituye algo así como la tierra labrada en que germinará la unión. Hoy nos conocemos mejor, nos queremos más y anhelamos con mayor fuerza la unidad de todos los cristianos.

Durante este tiempo, se han producido también decisiones unilaterales que hacen más difícil la unión de todos los cristianos, pero hay que confiar en la fuerza del Espíritu Santo y en su capacidad de conducirnos por los caminos más insólitos. Sabemos que la fe mueve montañas y que Cristo “hace oír a los sordos y hablar a los mudos” (Mc 7,37), como nos recuerda el texto evangélico elegido para el Octavario de oración que estamos celebrando en todo el mundo, entre los días 18 y 25 de Enero, fiesta de la conversión de San Pablo.

A lo largo de estos días se han organizado diversos encuentros de oración entre católicos y otros cristianos pertenecientes de diversas Comunidades. Los que tengáis la oportunidad de participar en todos o en alguno de ellos, lo debéis vivir como una gracia especial, pero todos estamos llamados a intensificar la oración por la unidad. No sólo en la plegaria eucarística, como se hace cada día después de la consagración, sino también en momentos de recogimiento que nos lleven a descubrir la necesidad de convertirnos y de vivir con mayor autenticidad el Evangelio, pues como dice también el Vaticano II todo paso hacia una vida más santa implica un progreso hacia la unión.

Con sus mismas palabras, “el auténtico ecumenismo no se da sin la conversión interior. Porque los deseos de unidad brotan y maduran de la renovación de la mente, de la negación de sí mismo y de una efusión libérrima de la caridad. Por ello, debemos implorar al Espíritu divino la gracia de una sincera abnegación, humildad y mansedumbre en el servicio a los demás y espíritu de generosidad fraterna hacia ellos” (UR, 7)

+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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