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Jesucristo es Camino, Verdad y Vida

Publicado: 21/10/2007: 994

Los católicos sabéis que existe una institución de la Iglesia que se llama la Obra de la Propagación de la Fe, cuyo objetivo es llevar el Evangelio a todos los hombres y a todos los rincones de la tierra. Es una obra del Papa, y como tal, de todo el Pueblo de Dios. Desde las primeras décadas del siglo XX, cada año se celebra en España una jornada misionera, durante el mes de Octubre, que se denomina el Domund. Es una ocasión para que conozcamos y apoyemos la gigantesca tarea de los 25.000 misioneros españoles que trabajan en las misiones, y con ellos, a los miles de misioneros de diferentes países que dedican su vida a dar a conocer, con obras y palabras, que Jesucristo es Camino, Verdad y Vida.

El lema de la campaña de este año es muy sencillo y directo: “Dichosos los que creen”. Basta con observar de cerca de los grandes creyentes de nuestro mundo, como Juan Pablo II, la Beata Madre Carmen de Antequera y el Beato Manuel González para comprobar la verdad de esta afirmación. Y sin ir tan lejos, nuestras mismas parroquias y comunidades religiosas cuentan con numerosas personas que viven su fe con alegría y sirven a sus hermanos más pobres. En medio de una cultura que ha perdido el sentido de la vida, Jesucristo es el Camino que nos lleva a vivir en plenitud nuestra condición de hombres, hijos de Dios. Cuando los pensadores que se presentan a sí mismos como de vanguardia afirman que la verdad no existe y, por consiguiente, no puede ser conocida, nosotros sabemos que Jesucristo es la Verdad y que sus palabras impresionan porque son verdaderas. Y mientras los teóricos de turno hablan de progreso al defender el aborto, la eutanasia y la limitación de nacimientos, lo que Juan Pablo II denominó “la cultura de la muerte”, los católicos apostamos por la vida, porque Jesucristo es la Vida, el Dios de la Vida, que se ha hecho presente en este mundo de tinieblas. Por ello, como pone de manifiesto la experiencia, son dichosos los que creen, los que creemos en Él.

Pero la alegría es contagiosa por su misma naturaleza. Y eso explica que más de 25. 000 españoles hayan dejado todo para proclamar el Evangelio en diversos lugares de la tierra. Sobre la grandeza de su labor y su entrega, y sobre la calidad humana de su vida, dan testimonio unánime cuantos los visitan y los tratan. Aunque algunos no llegan a descubrir que la fuente misteriosa de su amor y de su entrega es Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, como dijo Él de sí mismo.

A lo largo de todo el mes de Octubre venimos celebrando en nuestras parroquias y comunidades diversos actos para conocer el sentido profundo de las misiones y para participar, cada uno según sus posibilidades, en esta obra de la Iglesia: la propagación de la fe. Unos, los enfermos, con la ofrenda generosa de vuestros padecimientos; otros, los jóvenes, con la apertura a la posible llamada de Dios para relevar a los misioneros; los niños, con vuestra curiosidad por descubrir esta página heroica de los seguidores de Jesús; y todos, con nuestra oración, nuestra cercanía y nuestra ayuda económica.

Cuando se escuchan entre nosotros algunas voces minoritarias, pero virulentas, contra la grandeza y la alegría de la fe, hay que dar a conocer la tarea extraordinaria de los hombres y mujeres que, en diversos países, especialmente en los más empobrecidos, levantan hospitales, abren templos, construyen escuelas y universidades y propician las iniciativas de desarrollo más novedosas. Son los misioneros, testigos del amor de Dios al hombre, que han descubierto que Cristo es Camino, Verdad y Vida; y hoy nos tienden su mano para poder anunciarlo con obras y con palabras.

+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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