DiócesisCartas Pastorales Mons. Buxarrais

«Día del Minusválido»

Publicado: 13/12/1981: 747

Carta Pastoral (1981)

Queridos diocesanos:

El año que está terminando ha sido dedicado a nivel internacional al minusválido. Hoy, día 13 de diciembre, la diócesis de Málaga quiere unirse a todo lo que se ha dicho y se ha hecho a favor de los que, por causas congénitas o por accidentes, ven reducida su capacidad física.

¿Quién de nosotros no ha visto a un niño, joven o adulto imposibi­litado en una cama, sobre una silla de ruedas, apoyándose en unas mule­tas o, simplemente, caminado y gesticulando con dificultad?

Ante un minusválido podemos reaccionar de varias maneras:

Hay quien toma una actitud, más o menos solapada, de burla o desprecio. Porque es totalmente inhumano, no merece comentario algu­no.

Unos muestran compasión. No basta. Y aun, a veces, puede ser ofensiva.

Otros reaccionan de manera comprensiva. Es una actitud buena, pero no suficiente.

Muchos, finalmente, toman una postura de valoración. Valoración, no en lo que a la dimensión física se refiere, sino hacia la persona que la sufre; porque es frecuente que detrás de un cuerpo físicamente defectuo­so se esconda una aguda inteligencia y una exquisita sensibilidad para con todo lo noble y lo bello.

Hoy, con motivo del Día del Minusválido en Málaga, os invito, que­ridos diocesanos, a replantearos cuál debe ser nuestra actitud ante estos hermanos nuestros.

En cada minusválido se oculta un misterio que, muchas veces, no acabamos de comprender. Precisamente por esto merecen un más pro­fundo amor y una sincera admiración, que nos impulse a hacer por ellos todo lo posible para que se integren totalmente en nuestra sociedad, y ser útiles en un trabajo a su alcance.

Todo lo que hagamos a su favor, lo hacemos por nosotros mismos; es decir, por un mundo donde cada persona, sea quien fuere, sin distin­ción de su capacidad física, intelectual o moral sea tenido como hermano nuestro.

Málaga, 13 de Diciembre de 1981. 

Autor: Mons. Ramón Buxarrais

Más artículos de: Cartas Pastorales Mons. Buxarrais
Compartir artículo