Queridos diocesanos:

La Diócesis de Málaga tiene actualmente tres sacerdotes en la Vicaría de Caicara del Orinoco, perteneciente a la Archidiócesis de Ciudad Bolí­var, al este de Venezuela.

La amplitud de aquellas tierras pre-amazónicas y la dispersión de innumerables poblados, junto a la falta de medios, conlleva para nues­tros misioneros un sin fin de dificultades tanto en el aspecto social como en el pastoral.

Por esta razón, con motivo del Día de la Misión Diocesana, que celebramos mañana, domingo, de nuevo pido el interés de todos los ca­tólicos malagueños en lo que se refiere a la misión que se nos ha enco­mendado. Nuestro interés tiene una triple vertiente.

En primer lugar, la oración. Es necesario que pidamos al Señor por los sacerdotes malagueños allí enviados para que sepan alentar la fe de los cristianos y sembrarla generosamente en los no creyentes que libremen­te se abren al don de Dios.

En segundo lugar es conveniente que a través de la Delegación Diocesana de Misiones y de las Parroquias a las que pertenecéis conoz­cáis sus actividades pastorales y sociales con el fin de establecer con ellos unos vínculos de auténtico afecto cristiano.

Y en tercer lugar os pido generosidad en la colecta que en pro de la misión de Caicara del Orinoco se lleva a cabo en esta Jornada de la Misión Diocesana. Son muchísimas las necesidades que ellos tienen y no pode­mos consentir que pasen necesidad mientras quizás nosotros gastamos demasiado dinero en cosas superfluas.

Es posible que el próximo año la Diócesis de Málaga pueda reforzar nuestro equipo misionero con otro sacerdote y un pequeño grupo de seglares. Oremos para que este propósito sea una realidad.

En nombre de nuestros misioneros y en el mío propio os agradezco vuestra oración, vuestro interés y vuestra colaboración económica.

Málaga, Abril de 1991.