DiócesisCartas Pastorales Mons. Buxarrais

«Portadores del Dios-Esperanza de los pobres»

Publicado: 00/06/1988: 768

Carta Pastoral Corpus Christi-Día de Caridad (1988)

 Queridos diocesanos:

La festividad del Corpus Christi es para nosotros los católicos un día de adoración por la que reconocemos, agradecemos y proclamamos la entrega de Dios al hombre en la persona de su Hijo, presente en la eucaristía.

La adoración que rendimos a nuestro Dios en el Sacramento del altar, no es sólo adoración a una «presencia», sino a una «presencia sacri­ficada y entregada amorosamente por nosotros» que nos empuja a amar a los demás como somos amados por Dios en Jesucristo.

En la Eucaristía es el propio Cuerpo de Cristo, sacrificado y partido, el, que se nos entrega como arras para que se consume la unión entre Dios y el Hombre, como señal de lo que debe ser nuestro amor a Dios: «Amaos como Yo os he amado».

No podemos vivir auténticamente la festividad del Corpus Christi si solamente acompañamos al Señor con oraciones, cantos y honores ex­ternos; es necesario, además, compartir como El nuestras vidas con los más pobres y necesitados.

Por ello, recordándonos lo que nos dijo Jesús: «No basta decir, Se­ñor, Señor», la Iglesia une esta festividad del Corpus Christi  al DIA DE CARIDAD para que, ante la cruda realidad de la pobreza, con la que tal vez nos hemos acostumbrado a convivir, pero no a compartir, entremos en comunión no sólo con el Cuerpo, sino también con los sentimientos y actitudes de Cristo.

Urge que, ante la realidad de tantos hombres sin protección, sin trabajo y sobre todo, sin futuro, sintamos la obligación, como nos dice el Papa Juan Pablo II en su última Encíclica, de dar incluso de lo necesario para nosotros, a fin de aliviar la miseria de los que sufren cerca o lejos, compartiendo con ellos nuestras vidas, como Cristo comparte la suya con nosotros.

Nuestra Iglesia de Málaga nos presenta hoy, a través de Cáritas, el resumen de lo administrado y realizado gracias a la colaboración de mu­chas personas de buena voluntad que han encauzado su generosidad a través de ella, en favor de los pobres.

Cáritas ha ayudado en el año 1987 con cerca de 47 millones, a los necesitados:

-147 familias han podido resolver sus problemas de vivienda;

-80 familias reciben cada quincena gratuitamente los alimentos necesarios;

-1.507 familias han sido atendidas de una u otra forma;

-Algunas han obtenido un trabajo, que les permite vivir con dig­nidad;

-Cerca de 19 millones ha dedicado Cáritas a promoción en diver­sos campos.

Pero todavía quedan muchas más personas que malviven con la mitad de lo necesario y, lo que es más grave, no tienen esperanza.

Queda mucho por hacer. Cáritas, entre sus proyectos para este año quiere acometer:

-Promocionar o crear Cáritas en todas las parroquias de la Dióce­sis.

-Mayor coordinación y colaboración entre Cáritas Diocesana y Cáritas Interparroquiales o parroquiales.

-Campaña de mentalización sobre la solidaridad de los cristianos malagueños con el paro y la marginación en nuestra Provincia, creando en las distintas Vicarías de la Diócesis el Departamento de Empleo y Economía Social.

-Puesta en marcha de un centro de acogida y rehabilitación para ex-reclusos en Málaga, en colaboración de los Misioneros de la Esperanza (MIES) y la Filial de los Misioneros de la Esperanza (FIMES).

-Ampliar el número de albergues para transeúntes, en colabora­ción con los Servicios Sociales Provinciales y otras organizacio­nes privadas.

Nuestro compromiso personal y económico, encauzado a través de Cáritas, podrá hacer realidad estas acciones, aportando a nuestra genero­sidad una utilidad concreta y eficaz.

Seamos así, en la festividad del Corpus Christi, Día de Caridad, adoradores auténticos del Dios-Eucaristía y, a la vez, portadores del Dios-Esperanza de los pobres.

Málaga, Junio de 1988. 

Autor: Mons. Ramón Buxarráis

Más artículos de: Cartas Pastorales Mons. Buxarrais
Compartir artículo