El origen de esta advocación mariana en Mollina se remonta al siglo XVII, ya que como afirma en su obra el que fuera sacerdote de la Diócesis de Málaga, Rafael Gómez Marín, “Geografía de la Iglesia de Málaga”, «Mollina era también conocido como “El Pago de los Olivos” ya que de las 5. 461 aranzas de olivo que poseía Antequera, 2.000 estaban en Mollina. Quizá por eso, cuando en 1687 se amplía la iglesia parroquial, el obispo Fray Alonso de Santo Tomás cambia la titularidad de San Cayetano, por el de parroquia de Nuestra Señora de la Oliva». La talla actual es obra del famoso escultor José Navas Parejo.

Curioso es también el texto que, como recoge Gómez Marín, aparece una lápida del templo: «esta iglesia se edificó en el año 1687 y se reedificó a expensas del que fue su párroco, hoy Obispo de esta Diócesis el Excmo. e Istmo. Sr. Don Juan Muñoz Herrera. Año 1897».Y otro obispo de la Diócesis de Málaga se desplazó a Mollina en 1940 para bendecir el nuevo retablo del altar mayor, era Mons. Balbino Santos Olivera.

La iglesia actual es de planta basilical, consta de tres naves separadas por arcos de medio punto, y presenta varias capillas, a la derecha de la nave central se encuentran la de El Cristo de la Vid y María Santísima de los Dolores. En este mismo lado del altar mayor, está situado el Sagrario junto a la imagen de María Inmaculada. A la izquierda del altar mayor se encuentra la capilla de la Virgen del Carmen, otra imagen de la Virgen de la Virgen de Lourdes y una capilla con la Gruta elaborada por el Museo de Belenes. Justo al lado del baptisterio, cuya pila bautismal es de caliza roja del Torcal del siglo XVIII, se encuentra la capilla de San Francisco.

Además, las paredes de la nave central que llegan hasta el presbítero tienen lienzos con imágenes de los doce apóstoles. En el templo se aprecian también pequeñas peanas con varias imágenes, entre ellas, destacan la imagen de la Virgen de Fátima, María Auxiliadora, Santa Rita, san Cayetano, antiguo titular de la parroquia y, una imagen de la Pollinica, que sacan los niños que hacen la primera comunión ese año.

Uno de los hijos ilustres de este pueblo es Fray Lorenzo de Mollina, capuchino nacido en 1851 y bienhechor de Madre Carmen, que como afirman las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones de Antequera en una de sus “hojas”«Los sermones de fray Lorenzo de Mollina, bienhechor de Madre Carmen y siempre afecto a la Congregación, que encarece a Osuna que “aprecie siempre el valor de las desinteresadas, celosas y ejemplares religiosas que la divina providencia les había enviado, pues algún día recogerían sus frutos en el bien moral e intelectual de sus hijas”».

Como explica el párroco de localidad, Daniel Martín, «Mollina ha sido siempre pueblo muy religioso y de un arraigado amor a su patrona, la Virgen de la Oliva. La presencia de grandes sacerdotes a lo largo de su historia, la cercanía de Aguirre (colegio salesiano) y la presencia de las Franciscanas de los Sagrados Corazones han contribuido en mucho a fraguar la piedad cristiana de este pueblo. Prueba de ello es la gran cantidad de vocaciones que han surgido de entre sus hijos, algunos de los cuales viven todavía: sacerdotes diocesanos, religiosos y religiosas de distintas congregaciones (salesianos, hermanos de San Juan de Dios, monjas cistercienses, hermanas de la Cruz, y franciscanas de los Sagrados Corazones). Cada año, el 15 de agosto, y previamente en su novena, la virgen de la Oliva cita a mollinatos y mollinatas venidos de toda la geografía española y parte del extranjero para celebrar como una gran familia la fiesta de nuestra madre. Unas vez celebrada, en la mañana del día 15, la Fiesta de la Asunción de María, a la caída del sol se organiza la señalada procesión, famosa en toda la comarca, por sus largas filas de antorchas, alumbrando las calles de este pueblo, caminan tras los pasos de su madre, la Virgen de la Oliva».

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