Corría el año 1864, concretamente el 24 de junio cuando vino al mundo en este rincón de la Serranía Francisco Tomás Márquez Sánchez, más conocido como Fray Leopoldo, hermano lego de la Orden de los Capuchinos, que dedicó su vida en servir a los más pobres. En la actualidad la casa donde vivió el beato hasta que cumplió 36 años, antes de partir hacia Sevilla, Antequera y, finalmente, Granda, se ha convertido en museo, donde se conservan los enseres típicos de la época y detalles de sus pertenencias.

Como explica la alcaldesa de la localidad Mª Dolores Bullón «la devoción que le tenemos es incalculable. Lo sentimos así por la humildad tan grande que tenía y su ayuda al prójimo. Él no tenía nada, pero lo poquito que tenía lo entregaba a los demás. Desde siempre fue educado en el amor hacia Dios y, tanta era su generosidad que, cuando volvía de la siega de Jerez, pues era costumbre que los hombres de esta localidad segaran en dicha ciudad, él no traía ni un duro porque todo su sueldo lo había repartido entre los pobres. Hasta su propio calzado lo entregaba a los pobres».

Y es que, como recuerda Bullón ,«fray Alejando de Málaga, el último encargado de cuidar a fray Leopoldo siempre me decía que el cuerpo de fray Leopoldo está en Granada, pero su espíritu está en Alpandeire. Por eso, fray Alejandro quiso que aquí descansaran sus restos al fallecer».

Como afirma el párroco de Alpandeire, Gerardo Rosales «se puede ver como el beato intercede por el pueblo pues poseen una fe sencilla pero fuerte».

Entre las blancas calles de Alpandeire llama la atención por sus dimensiones la iglesia de la San Antonio de Padua, tanto es así, que es conocida como “la catedral de la Serranía” y conserva en su interior la pila bautismal en la que se bautizó Fray Leopoldo. Aunque la parroquia fue erigida de 1505, el templo actual fue construido en el siglo XVIII gracias al aporte económico de una señora acaudalada del pueblo conocida como tía Florita según recoge en su obra el que fuera sacerdote de la Diócesis de Málaga, Rafael Gómez Marín, “Geografía de la Iglesia de Málaga”, «siete años tardaron en construirla y hasta los niños colaboraban en el acarreo de materiales. La fachada principal de gran monumentalidad es de Julián Barcenillas y José Echamorro».

El pueblo tiene como patrona a la Virgen del Rosario y celebra su fiesta el día 7 de octubre. Además, entre sus tesoros artísticos sobresale una imagen de san Roque del siglo XVIII, patrón cuya festividad se celebra el 16 de agosto, y que goza de una gran devoción.

Alpandeire en la Diputación de Málaga

Ayuntamiento de Alpandeire