Tras la Santa Misa, se organizó un encuentro con Havlich para compartir su testimonio como religioso que presta su servicio pastoral en una parroquia de Ucrania, concretamente en Kiev, que ha sido visitada recientemente por el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Parolin.

Durante su intervención, el también misionero oblato afirmó que, desde su llegada en 2022 a su país natal: «lo importante es que la gente pueda sentirse acogida por el mismo Señor. Que puedan sentirse tocados por Él, por su Misericordia, por su Palabra, por su Eucaristía, por un abrazo, por una larga escucha». 

Andriy Havlich, misionero oblato en Ucrania J DURÁN

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En este sentido, el párroco ucraniano manifestaba una de las percepciones que laten en la comunidad cristiana del lugar: «nos reímos a través de las lágrimas, para tener un espíritu de no caer en depresión y de poder ayudar a la gente. Hay que estar con las personas. Hay que darles ánimo. Hay que darles esperanza y no odio; porque nosotros como cristianos lo vivimos desde otra perspectiva». 

Así, Havlich concluyó destacando que «lo único es el Señor. Nosotros tenemos que rezar y confiar, porque el Señor sabe cómo resolver esta situación. El Señor sabe en qué momento, cómo y cuándo tiene que parar esto. Yo no creo que el Señor quiera la destrucción de la Creación. Muchas veces, los seres humanos, tienen corazones enfermos porque, como decía San Agustín, sin Dios nunca se llena».

Juan Durán