SALUDO DEL OBISPO EN LA LIBERACIÓN DEL PRESO PROMOVIDA POR LA COFRADÍA DE JESÚS “EL RICO”

(Málaga, 13 abril 2022)

Cristo ofreció su vida por la humanidad

La cruz de Jesús Nazareno, El Rico, ha cambiado el sentido del dolor y del sufrimiento humano, tanto físico como moral. La cruz ya no es un castigo o una maldición, porque ha sido redimida completamente desde que el Hijo de Dios la ha cargado sobre sí.

No sólo ha asumido el dolor de quien tiene fe y cree en Él, sino todo dolor humano; el de toda la humanidad, porque Él murió por todos, tal como dijo: «Cuando yo sea levantado sobre la tierra, atraeré a todos a mí» (Jn 12, 32). Gracias a la cruz de Cristo el sufrimiento del ser humano se ha convertido, en cierto modo, en una especie de «sacramento de salvación» para todo el género humano.

Jesús Nazareno, El Rico, ha bebido la copa del dolor, delante del mundo; ha apurado el cáliz del sufrimiento hasta las heces. De ese modo nos ha mostrado que la muerte ha sido vencida.

En la presente situación dramática que está viviendo la humanidad por desastres naturales, enfermedades, pandemia, guerras y crisis económicas, la cruz de Cristo arroja luz sobre nuestra vida. Mirando al Crucificado entendemos mejor el significado del dolor y de la muerte, que Él ha vencido.

Con su cruz redentora perdona nuestros pecados, nos libera de nuestras cadenas y nos ofrece una vida nueva. Su cruz es la expresión del amor divino, de Aquel que tanto amó al mundo que entregó a su Hijo por amor, para salvar a toda la humanidad y para que tenga vida eterna, porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgarlo, sino para salvarlo (cf. Jn 3, 26-27).

Queridos cofrades y fieles todos, demos gracias a Jesús, El Rico, que ofreció su vida por la humanidad para redimiros, porque él es Rico en misericordia y en perdón. Hoy libera una vez más un preso por su infinita misericordia.

Animados por la actitud de Jesucristo, recemos juntos la oración que Él nos enseñó: Padrenuestro. Y la bendición de Dios…

+ Jesús Catalá, Obispo de Málaga