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Clausura del 50 aniversario de Cáritas Diocesana (Catedral-Málaga)

Cáritas clausura la celebración de su 50 aniversario // CÁRITAS DIOCESANA
Publicado: 08/06/2019: 1545

Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, Jesús Catalá, en la Eucaristía de Clausura del 50 aniversario de Cáritas Diocesana, celebrada en la Catedral el 8 de junio de 2019.

CLAUSURA DEL 50 ANIVERSARIO

DE “CÁRITAS DIOCESANA”

(Catedral-Málaga, 8 junio 2019)

Lecturas: Hch 28,16-20.30-31; Sal 10,4-5.7; Lc 9,11-17.

1.- Tribulaciones de san Pablo por el Evangelio

El libro de los Hechos narra las tribulaciones de san Pablo por el Evangelio: sus correrías apostólicas por las ciudades de Asia y Grecia, su predicación a los paganos, las innumerables persecuciones sufridas por Cristo (cárceles, azotes, naufragios, difamaciones).

Acusado por los judíos, Pablo fue preso, pero hizo valer su condición de ciudadano romano y apeló al César (cf. Hch 28,19). Ya Roma convocó a los judíos principales y a otras personas para explicarles que, sin haber hecho nada contra su pueblo ni contra sus tradiciones religiosas, fue entregado en Jerusalén como prisionero en manos de los romanos (cf. Hch 28,17).

En Roma siguió predicando «el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbos» (Hch 28,31). San Pablo es un testigo de Jesucristo, muerto y resucitado por nuestra salvación (cf. Ef 2,6). Él es un hermoso ejemplo para todos nosotros.

Hoy celebramos la clausura del cincuenta Aniversario de la institución de “Cáritas diocesana”. “Cáritas” es la misma Iglesia católica; “Cáritas” somos todos los católicos, que, impulsados por el amor fraterno, atendemos las necesidades de los más pobres; “Cáritas” es la expresión y la concreción de la fe, de la esperanza y del amor cristiano; estas virtudes teologales son inseparables. Como testigos de Cristo resucitado, al estilo de san Pablo, profesamos nuestro amor a Dios y a los hermanos. Esto puede acarrearnos persecuciones, incomprensiones, insultos, difamaciones; pero, no temáis, todo ello forma parte de nuestro testimonio y para ello se nos ha regalado el Espíritu Santo.

2.- Generosidad en el compartir

El evangelio de hoy nos narra la actitud de Jesús ante la gente: «Jesús los acogía, les hablaba del reino y sanaba a los que tenían necesidad de curación» (Lc 9,11). Esto es lo que hace la comunidad cristiana, fruto de su fe y de su amor a Dios: acoger, anunciar el evangelio, sanar, curar, socorrer las necesidades, físicas y espirituales. Ésta es la labor de “Cáritas”.

El papa Benedicto decía que “el cristiano sabe cuándo es tiempo de hablar de Dios y cuando es oportuno callar sobre Él, dejando que hable sólo el amor. Sabe que Dios es amor (1 Jn 4, 8) y que se hace presente justo en los momentos en que no se hace más que amar” (cf. Deus caritas est, 31,c). Esto es importante para todas nuestras “cáritas” parroquiales. Los voluntarios sabéis bien que es el amor quien os impele a realizar estos gestos.

El anuncio puede ser de muchos modos; a veces se hace en silencio, sobre todo a los hermanos procedentes de otras religiones; pero podemos anunciarles y ofrecerles con respeto el evangelio.

Ante una gran multitud, cansada y hambrienta, los apóstoles aconsejan a Jesús que los despida para que se busquen alojamiento y comida. Pero Él les responde: «Dadles vosotros de comer» Lc 9,13). La cortedad de miras y la poca generosidad de los discípulos no entienden cómo dar de comer a tanta gente con tan pocos medios; eran miles de personas hambrientas y solo tenían cinco panes y dos peces (cf. Lc 9,12-13). Pero Jesús, después de bendecir el alimento, mandó distribuirlo a la gente y todos comieron y se saciaron, sobrando gran cantidad (cf. Lc 9,16-17).

Cuántas veces, queridos voluntarios de “Cáritas”, pensamos que no podemos resolver los problemas de quienes se acercan a nosotros pidiendo ayuda. Y nos quedamos mal; pero tal vez el Señor no nos pide que resolvamos sus problemas concretos, porque no tenemos los recursos necesarios. Nos pide que los escuchemos, que los acojamos, que les demos una palabra de ánimo, que les mostremos nuestra cercanía y afecto. Este ofrecimiento por nuestra parte obra milagros. Después el Señor ya se encarga de resolver el problema concreto, que nosotros no podemos ni sabemos resolver.

3.- Cincuentenario de “Cáritas” diocesana

Hoy damos gracias a Dios por el Cincuenta Aniversario de “Cáritas Diocesana” de Málaga, instituida por el Obispo D. Emilio Benavent en 1968, y apoyada por todos los obispos que vinieron después. Hoy clausuramos este año especial y damos gracias a Dios por este acontecimiento de nuestra Iglesia particular.

Desde “Cáritas Diocesana” se coordinan las “cáritas parroquiales” y se asumen las necesidades más importantes de la Diócesis; y también las de aquellas comunidades cristianas que no pueden afrontar las necesidades que tienen.

A lo largo de este aniversario “Cáritas diocesana” ha realizado un buen programa de actos, para celebrar los cincuenta años de servicio a los pobres, agradeciendo a todas las personas que han hecho posible la ingente labor desarrollada desde las “cáritas parroquiales”, los centros de atención socio-sanitaria, los servicios generales, los programas de formación y empleo y otras muchas actividades, como las exposiciones. Se ha realizado un buen programa de actividades, por el que podemos felicitarnos todos y damos gracias a Dios por ello.

4.- El lema de la celebración

El lema de la celebración es: “Pon en marcha tu compromiso para transformar el mundo”. Los cristianos hemos recibido en nuestro bautismo la misión de anunciar el Evangelio, de iluminar las realidades temporales a la luz de Cristo y de transformar el mundo con el amor de Dios.

Este compromiso bautismal debe estar permanentemente en marcha, actuando sobre toda la realidad humana y cambiando el mundo según los planes de Dios (cf. Concilio Vaticano II, Lumen gentium, 36; Gaudium et spes, 44).

Además de esta Eucaristía, “Cáritas diocesana” se une hoy a la Marcha Solidaria Mundial de Cáritas Internacional, en el marco de la iniciativa pro migrantes y refugiados “Compartiendo el Viaje”. Unidos a esta iniciativa se ha realizado esta mañana una marcha en Málaga, desde la Plaza de la Merced hasta la Catedral, en la que muchos de vosotros habéis participado.

5.- Compromiso de futuro

Esta celebración del cincuentenario de “Cáritas diocesana” es una ocasión providencial para dar gracias al Señor por su gran amor para con nosotros, cuya bondad infinita nos ofrece lo que necesitamos y nos permite compartir con quienes carecen de los más elemental.

Es una hermosa ocasión para agradecer a muchas personas su generosidad, su tiempo, su ilusión y su vida en la dedicación a los más pobres.

Pedimos al Señor que la Eucaristía siga siendo el centro de nuestra vida cristiana, donde podamos sacar fuerzas para la acción caritativa y social; que “Cáritas” sea verdadera expresión de amor al hermano, a ejemplo del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús (cf. Rm 8,39); que el Espíritu Santo siga abriendo los ojos de nuestro corazón, para ver y acudir a las nuevas necesidades de nuestros hermanos; que crezcamos en el compromiso personal y eclesial con los más necesitados; y que se renueve el voluntariado de “Cáritas”, porque hemos de apostar por el futuro e incorporar nuevos colaboradores en esta hermosa tarea. No somos eternos y conviene ir cediendo responsabilidades a las generaciones más jóvenes, como hicieron con nosotros nuestros mayores.

Dando gracias a Dios por la andadura de estos cincuenta años de “Cáritas diocesana”, deseo agradecer a todos los que han colaborado en los años pasados y a los que ahora colaboráis en las caritas parroquiales, en los diversos servicios y en todo tipo de voluntariado, que manifiesta el amor de Dios a los hermanos más necesitados. ¡Muchas gracias! Pero quien os lo agradece infinitamente es Dios.

Que Santa María de la Victoria, Patrona de la Diócesis de Málaga, siga acompañándonos en nuestro camino de esperanza y de amor a más los necesitados. Amén.

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