NoticiaConoce la Catedral Azulejos para la Catedral Publicado: 05/09/2022: 6247 Aunque parezca sorprendente, el aspecto interno de la Catedral hasta el siglo XVIII era, se pudiera decir, bastante castizo. Por lo pronto, casi todos los nichos de las capillas quedaban a la vista, sin quedar ocultos por los retablos que, en su mayoría, fueron colocados en la segunda mitad de la citada centuria. Todos ellos responden a una misma característica, con unos singulares arcos conopiales que incluso están presentes en las capillas de la obra nueva. Esto indica cómo los diferentes maestros que culminaron la Catedral, apostaron por conseguir la mayor unicidad posible en el edificio. Al igual que estos arcos, todos los altares de las capillas de la obra antigua, es decir los existentes desde la girola a la embocadura del coro, estaban revestidos de azulejería sevillana, de colores muy vistosos. Progresivamente, con las sucesivas remodelaciones, por mano de canónigos donantes, se fueron sustituyendo todos estos paños de cerámica por frontales de piedra que, supongo, les parecerían más acordes con el templo catedralicio. Todavía se pueden rastrear rastros de estas decoraciones de azulejería en altares como los del Cristo del Amparo o Santa Bárbara, cuyos laterales se conservan íntegros. Teselas preciosas, de dibujos geométricos, cuyo esmalte brilla como el primer día y que son resultado de una excelente manufactura, que incomprensiblemente pasa desapercibida para los entendidos del arte. En la actualidad, el único conjunto cerámico completo de la Catedral se encuentra en la sacristía de la aneja iglesia del Sagrario, y es una verdadera joya, de modo que, en guías elaboradas por la Universidad, pasa por ser obra dieciochesca. Sin embargo, salieron de la prestigiosa fábrica trianera de Ramos Rejano, donde se elaboró en los años cuarenta. Todos los motivos que plasma son de índole eucarística, o en relación con esta antigua parroquia. Dibujados con soltura según los prototipos del regionalismo andaluz, y en tonos azules sobre fondo blanco, las representaciones, por el contrario, son polícromas. Algunos azulejos han sido modernamente restaurados por el ceramista Pablo Romero. Por Alberto Palomo