NoticiaAño de la Misericordia "Rezar por los vivos y por los difuntos" Fieles rezando en la parroquia de San Ramón Nonato, en Málaga · Autor: A. PÉREZ Publicado: 04/08/2016: 11944 El sacerdote Andrés Pérez, párroco de San Ramón Nonato (Málaga), profundiza en la séptima obra de misericordia espiritual: "Rezar por los vivos y por los difuntos". Orar siempre, hasta por whatsapp En este Año Jubilar, el Papa nos invitaba a contemplar y vivir con mayor intensidad las obras de misericordia, como expresión del deber de la misión de la Iglesia. Una de ellas, “rogar a Dios por los vivos y por los difuntos”, la llevamos a la práctica todos los días de una forma totalmente natural y espontánea. Y veréis de qué forma. Comencemos por la segunda parte. “Rogar a Dios por los difuntos”. ¿Quién no se acuerda alguna vez de sus difuntos y le pide al Señor que los tenga muy junto a Él? ¿O quién no le pide a sus amigos que recen por sus difuntos? En nuestra oración diaria seguro que lo hacemos. No queda ahí la cosa, en la Eucaristía expresamente, antes del “por Cristo, con Él y en Él”, se tiene un recuerdo especial y cariñoso por aquellos «que nos han precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz» (Plegaria Eucarística I). Siendo uno de los capellanes del Cementerio de Málaga, es una satisfacción ver cómo la gente que llora la pérdida de aquel o aquella a quien amaban salen del cementerio reconfortados y con una esperanza firme. Orar por los difuntos es mantener la esperanza en todo lo alto de que la voluntad de Dios de que todos sus hijos de salven, se realiza, se lleva a cabo. La promesa de salvación de Dios no es una utopía, es real. Por otro lado, oramos todos los días por los vivos. No solamente en la Eucaristía, en la que, después de la consagración, recordamos a todos los vivos, creyentes y no creyentes; también fuera de ella, en la vida cotidiana. En la era de las tecnologías y de las redes sociales, todos formamos parte de algún grupo de whatsapp en el que compartimos la fe y pedimos a los demás que recemos los unos por los otros, por nuestras inquietudes, nuestros problemas y nuestras alegrías. En el grupo de whatsapp de la parroquia no hay día que no surja una petición, una acción de gracias por alguien o por algo que nos ha sucedido o queremos que suceda. Y aquí descubrimos el poder de la oración, que es tremendo. Y si no, probad. Por eso, se nos ocurrió hace algunas semanas en la parroquia una iniciativa de oración en la que invitamos a la gente a escribir alguna intención por la que le gustaría que todos los parroquianos recemos durante la semana. Es incipiente, pero algo va saliendo. Es oración de intercesión, muy presente en la Iglesia y muy importante desde que el Señor la fundó. Que no sea fruto de la moda del Año Jubilar de la Misericordia, sino la realidad cotidiana de nuestra vida cristiana.