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Enfermos que resucitan

Un joven muestra un tatuaje que dice "libre de drogas" · Autor: E. DE TROYA
Publicado: 07/04/2015: 10903

José Rosado Ruiz, doctor experto en drogas y escritor, nos introduce en un mundo lleno de dolor, sacrificio y superación. Un recorrido de sufrimiento para los enfermos que acaba convirtiéndose en su particular vía de salvación. Y es que, tras la cruz, viene la Resurrección

«Jesús, con su Resurrección después de la cruz, nos garantiza también la nuestra ante todas las dificultades»

«Yo no creo en Dios». Así respondía un compañero de profesión del doctor Rosado cuando, tras meses de depresión por el consumo de cocaína y sin resultados positivos en los tratamientos, este le proponía “una visita al Señor”. «Tú no crees en Dios, pero es Dios quien cree de manera absoluta en ti», replicaba el médico malagueño. 

José Rosado Ruiz lleva desde 1975 ayudando a personas como esta, que terminó confesando que las palabras de Rosado habían sido claves para su recuperación. El experto en adicciones afirma no saber aún quién es él realmente, pero asegura que cuando lo sepa «al primero que voy a informar es a Pepe Rosado». Lo que sí sabe es lo que se siente cuando se recupera a un toxicómano: «Sacar del abismo a una persona es alejarme yo también de ese abismo. Ellos descubren luces, respuestas y recursos que yo también puedo utilizar. Argumentan un sentido a su vida que también argumenta la mía... y es que la droga puede ser “muerte que en vida has trocado”».

El compromiso de Rosado con los enfermos es máximo, independientemente de que estos nazcan o se hagan. «El sistema de valores referenciales de la sociedad actual, comandado por el hedonismo, el relativismo y la permisividad, hipotecan cualquier argumento para no consumir drogas», sentencia el doctor. Para él, los que se inician en ese mundo lo hacen por «un error de cálculo en el camino hacia la felicidad» y es la droga la que les lleva al fracaso interior. Un fracaso que puede dar lugar al encuentro de la persona con su panorama interior. Según Rosado, la neurociencia señala las experiencias límite como preámbulo de la apertura de las denominadas «ventanas plásticas», que hacen despertar a la persona y permiten que consiga todos sus objetivos. «Esto justifica nuestra persistencia en un trabajo que ofrece unas compensaciones con sabor a eternidad», afirma el experto.

La salida del infierno de la drogadicción, sin embargo, no basta para el doctor: «el trabajo más importante no es solo dejar el consumo, objetivo fácil pero no suficiente, sino recuperar la funcionalidad cerebral para poder decidir, en libertad, el rumbo que le quiere dar a su vida». Un rumbo para el que Jesucristo ofrece los mecanismos perfectos que garantizan su consecución. «Sólo necesita ser conocido e imitado: con su Resurrección después de la cruz, nos garantiza también la nuestra ante todas las dificultades existenciales», finaliza Rosado. «Creamos o no, él sí cree en nosotros».

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