NoticiaConoce la Catedral El Agnus Dei Publicado: 26/09/2022: 7180 En la taca o alacena de la sacristía de la Catedral, donde se custodian todas las reliquias que ésta posee, se guarda esta curiosa pieza del Agnus Dei. En realidad son dos las piezas, exactamente iguales, y aunque a simple vista pueda interpretarse como relicarios no lo son, pese a su forma de ostensorios acristalados con sus respectivos basamentos. Con las imágenes grabadas de un cordero, estas tortas de cera están confeccionadas con los sobrantes del cirio pascual con los cuales, por antiquísima tradición, los papas obsequiaban a personajes o instituciones importantes. Estaba estipulado que tales masas, mezcladas con sagrado crisma, se consagrasen en el transcurso de una ceremonia especial celebrada solo durante el primer año del pontificado del respectivo pontífice, y de allí en adelante con una secuencia de siete años. La cera viene a evocar la carne virginal de Cristo, mientras que la representación del cordero recuerda su condición de víctima ofrecida en sacrificio por los pecados de los hombres. Estos objetos de devoción tienen carácter sacramental, con lo que quedan equiparados al agua bendita o a las palmas del Domingo de Ramos, considerándose en el pasado que tenían la virtud de conjurar peligros físicos, tales como incendios o inundaciones. No ha llegado a nuestros días la documentación que aporte datos sobre quiénes fueron los beneficiados de estos agnus benditos que atesora la Catedral. En todo caso se pueden fechar hacia el siglo XVI, sorprendiendo que los ostensorios, pese a estar labrados en madera con el solo adorno de unos ribetes dorados, se encuentren en perfecto estado de conservación. Ninguno de los dos posee marcas ni inscripción alguna. Por Alberto Palomo