NoticiaEntrevistas Guille entrega el premio del público en el festival de Cine de Málaga Publicado: 10/03/2022: 8884 Festival Originario de Linares y malagueño de adopción, Guillermo Torres lleva seis años cubriendo informativamente el Festival de Cine de Málaga, en el que es acreditado por la Diócesis malagueña. Evento tras evento, disfruta de su gran vocación por el sector del cine. Su historia se resume en una vida de inclusión, y cultura porque, como él mismo dice, “la vida es puro teatro, la cultura lo es todo y yo consumo y bebo cultura”. ¿De dónde viene su pasión por el cine? Desde pequeño supe que era mi vocación. El primer musical que vi fue “Hoy no me puedo levantar”, y en el momento en el que lo hice, me enamoré de este arte que es el cine y el teatro y siempre he querido formar parte de él. Estudié la carrera de Comunicación Audiovisual y me encantó. He descubierto un mundo que conocía y desconocía al mismo tiempo, porque es verdad que cuando vemos una película, nos centramos en verla sin pensar en la gente que hay detrás. Yo digo que la vida es puro teatro, y el cine, el teatro y la cultura en general lo son todo para mí, porque consumo mucha cultura, en cualquier medio. Sobre el Festival de Cine, ¿qué es lo que más disfruta? Lo que más me gusta es, a parte de ver películas, las ruedas de prensa, porque en ellas se aprende mucho. El ambiente del festival, la gente, que se ven muy contentos y animados y, sobre todo, me gusta mucho cuando tengo que entrevistar a un actor, actriz o director. El año pasado, por ejemplo, hicimos mi compañero y yo doce entrevistas, que yo pensaba que, sinceramente, en época de pandemia, no me iban a conceder ninguna porque había muchos medios grandes. Para mí es un logro y una satisfacción que el festival reconozca de alguna manera mi trabajo y ganarme un hueco en el mismo, muchos periodistas ya me conocen. Ha dicho que disfruta mucho las entrevistas, ¿podría contar cómo las realiza? Yo soy el que hace las entrevistas y mi compañero Adri es el cámara. Siempre lo hago con la mano izquierda porque la derecha es la que tengo más afectada, mientras que la otra la manejo perfectamente. ¿Qué le ocurrió? Tengo una diplejía espástica, que dentro de las discapacidades es más leve que la de otras personas. Me faltó oxígeno al nacer y por eso algunas células las tengo muertas. No sé cuanto llegué a pesar, pero estuve bastante tiempo en la incubadora porque no comía ni me nutría bien. Estudié la primaria en el colegio más antiguo de Jaén, el Peñamefecit, a los que les estoy agradecido porque me acogieron con los brazos abiertos. La secundaria la hice en el IES Az Zait y en bachiller me cambié al Virgen del Carmen, a quienes también les doy las gracias. Y ya en la provincia de Málaga, ¿cómo le acogieron? La Universidad de Málaga me ha tratado estupendamente bien, tanto los compañeros como los profesores, el propio equipo de la UMA y los conserjes y técnicos de la facultad de Ciencias de la Comunicación, son todos maravillosos y siempre que puedo voy a verlos, al igual que también voy a visitar a mis antiguos profesores de Peñamefecit. Aunque yo esté aquí en Málaga, uno nunca debe olvidarse de sus raíces y de quienes pusieron su grano de arena para que todo fluyera, por lo que también les estoy agradecido a mis padres y a todos los que han hecho posible que yo esté hoy aquí. Yo soy consciente de que mi vida no es, ni ha sido fácil, pero siempre intento ver la botella medio llena, siempre intento ser positivo, aunque hay veces que me cuesta. Cuando me dicen que pobrecito por ir en silla de ruedas, yo les contesto que pobrecito por qué, si gracias a la silla puedo salir, es mi medio de vida. Son varios los años que acude al Festival acreditado por la Diócesis de Málaga, ¿no es así? El primer año en el que me acreditaron fue en el 2017, y es una semana en la cual todos los profesores de la facultad nos decían “esa semana da igual que faltéis, si vais a aprender más en el Festival que en todo el año en la facultad”, y es verdad, porque se aprende mucho de cómo se hace cada cosa, del gran esfuerzo que conlleva hacer una película. En tercero de carrera pude participar en la agrupación teatral Terpsis Teatro (Proscenio TMD) e hicimos el musical de Mamma Mia, en la que yo era la única persona con discapacidad, por lo que la inclusión es posible, sobre todo si uno le pone ganas, esfuerzo y empeño. Me gustaría mandarle un mensaje a la gente con y sin discapacidad, y este es que con dedicación todo se consigue en la vida, sólamente hay que ir paso a paso, partida a partida, y aunque veas que una puerta se cierra, luego se abrirá una ventana y con esfuerzo, constancia, amor, con amor a lo que estás haciendo y con mucha fuerza de voluntad, todo se consigue en la vida. Paula García