NoticiaEntrevistas Álvaro Fraile: «Con la música quiero transmitir esperanza, alegría y vida» Publicado: 04/08/2016: 16604 “Todo va bien”, “Solfeandando” y “Confía” son algunas de las canciones que el músico cristiano Álvaro Fraile interpretó en su concierto en Málaga, a beneficio de la ONG católica para el desarrollo Proclade Bética, de los Misioneros Claretianos. Esposo y padre de tres hijos, Álvaro encuentra su inspiración en el día a día. Si nos asomamos a tus discos nos encontramos canciones llenas de esperanza, de vida, de corazón. Si algo tengo claro es que tengo una vocación, una especial llamada. Con mis canciones quiero transmitir algo de esperanza, de alegría, de optimismo. Desde siempre me ha gustado mucho la música, además en diversos estilos, pero soy consciente de que existe mucha música desesperanzadora. Me parecía muy interesante aportar al mundo canciones que quieran transmitir un poco de vida y así lo he asumido. Podría decir que canto las cosas que necesito escuchar o que creo que necesitamos escuchar todos. Evangelizar a través de la música, ¿es una misión para usted? La verdad es que no sé si lo consigo, pero intento traducir a experiencias reales y vitales cosas que leo o vivo desde el Evangelio y que necesitaba exponerlas en el lenguaje que yo hablo, al que utilizo en mi día a día, transcribirlas en modo de canción y compartirlas con la gente de una manera sencilla, desde nuestras preocupaciones y nuestras alegrías, compartirlo desde la fe. En realidad, pienso que lo de evangelizar es una consecuencia de todo esto. Siempre me he movido en ambientes juveniles y de parroquia, y creo que las canciones también tienen muchos que ver con eso, con todas las vivencias que a uno le van haciendo crecer y le van haciendo mejor persona. Algunos de tus fans afirman que las canciones de Álvaro Fraile se pueden escuchar en clave cristiana y en una fiesta de fin de semana de jóvenes, son canciones que llegan a todos. Para mí, esto es un piropo. En realidad, una de las cosas que yo pretendo o quiero hacer sentir a la gente es que nada es excluyente y que hay canciones que ayudan en momentos de oración y de recogimiento y en situaciones de la vida personal de fe de las personas; y hay otra gran mayoría de canciones que escuchamos durante nuestra vida, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, que hablan del amor, de la vida, de lo social, de un montón de cosas que transmite a la gente una serie de valores fundamentales para si vida. A mi, me gustaría llegar a cualquier persona. Muchas veces, en los conciertos me presentan como músico o cantautor cristiano, pero a mí me gusta más pensar que soy músico que, como creyente, procuro que todo lo que canto parta de esa vivencia personal. El mundo y la música necesita escuchar buenas noticias, necesita escuchar un mensaje de esperanza y de optimismo, de alegría profunda. Y hay que estar ahí para decir, yo esto lo vivo desde mi fe, desde lo que yo soy, y cada uno que lo viva desde lo que es. ¿De dónde brota su inspiración? De la experiencia que a mí me toca personalmente. Muy rara vez hago compongo o canto canciones que sean externas a mí. Incluso con las canciones que me piden para algún colegio o asociación, me acabo empapando con los valores que quieren transmitir con esa canción. La inspiración son las cosas que me van haciendo crecer, las que me hacen sufrir, las que me tocan de forma especial… soy el mezclador de las cosas que vivo, leo, rezo… de ahí brota todo. Tiene usted un calendario de conciertos bastante apretado, ¿cómo fue la experiencia de actuar en Málaga a beneficio de un proyecto de desarrollo en la misión claretiana de Zimbabwe? Fue una pasada, uno de los conciertos más especiales que voy a recordar durante mucho tiempo. Fue muy especial porque había mucha gente que conocía las canciones y estaban muy involucrados. Noté un ambiente y un espíritu muy especial. ¡Muy buena la gente de Málaga, muy majos! ¿Cómo fueron los inicios musicales de Álvaro Fraile? A tocar la guitarra empecé en los grupos juveniles, en el coro de la parroquia de los Misioneros Claretianos de Madrid, en los campamentos… como una forma de animación. La idea de componer canciones surgió porque yo quería transmitir cosas que llevaba dentro y ésa era mi forma de expresarlas. En realidad, no sé en qué momento dije que quería hacer canciones, pero sí sé que, cuando empecé a hacerlas y cantarlas, ellas me atraparon.