En una entrevista emitida en "Iglesia en Málaga", el prelado malacitano afirma que las Jornadas Mundiales de la Juventud «son un encuentro especial y un motivo de potenciar el encuentro entre jóvenes y su vida de fe. Son experiencias muy fecundas. Algunos van viviendo la fe con un gran compromiso, otros van en busca de Dios y allí le encuentran, y hay quien encuentra allí su vocación específica y luego se hace misionero, religiosa, monje o sacerdote».

Ésta es la tercera JMJ que Don Jesús Catalá vive como obispo de Málaga: «Es un encuentro con Cristo y supone un acicate para los jóvenes, porque a veces vivimos demasiado de campanario, "los de mi Diócesis", "los de mi parroquia"... y encontrarse con jóvenes de otras etnias, de otros países, de otras culturas, les abre la mente y descubren que la Iglesia es católica, universal. La JMJ es una experiencia impactante».

Para los obispos, también es una experiencia única, que les lleva a «compartir con ellos, en un festival, en una oración, comiendo el rancho con ellos en la calle. A los jóvenes les gusta ver al obispo y que comparta con ellos y yo disfruto también mucho».

El obispo termina enviando un mensaje a los jóvenes: «Cargaos el corazón de mucha ilusión, de ganas de vivir y de compartir con los demás. Descubriréis que hay jóvenes de otras latitudes que tienen las mismas preocupaciones que vosotros».

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