NoticiaEl Espejo La vida de Baltasara cambió gracias a la "X" de la renta Patricio Fuentes y Guillermo Tejero (sentados) junto al equipo de El Espejo Publicado: 06/05/2016: 10759 El 31% de los malagueños no marcó el año pasado ninguna casilla en su declaración de la renta: ni la de la Iglesia ni la de otros fines sociales. Eso supone, que más 11 millones de euros salieron de la provincia de Málaga rumbo a los presupuestos generales del Estado. Y es que, como han recordado en El Espejo este viernes, si no se marca ninguna casilla, ese dinero lo pasa a gestionar el Gobierno. Guillermo Tejero, vicario para Asuntos Económicos de la Diócesis de Málaga, achaca esta cifra «al desconocimiento más que a otra razón. Si se marcaran ambas casillas, la ciudad de Málaga y Melilla recibirían 11 millones de euros al margen de todo lo que se aporte de los presupuestos generales del Estado». Tejero ha invitado a los oyentes a marcar las dos casillas en su declaración de la renta «por el bien que podemos hacer. Ni vamos a pagar más ni nos van a devolver menos». Patricio Fuentes, secretario general de Cáritas Diocesana ha señalado que establecer la dicotomía Iglesia-Cáritas «es un error que muchas veces desde la propia Iglesia nos cuesta explicar y es tan fácil como decir que Cáritas no es más que la misma Iglesia que se acerca a los más pobres y que ayuda en todo lo que puede. Es la misma casa. Sólo que hay que organizar a un grupo de personas para que lo puedan realizar más eficazmente como ya hicieron los primeros apóstoles cuando crearon el diaconado. Es la misma tradición. Como hoy en día se exige tanta normativa, para poder hacer las cosas bien, dentro de la ley, se hace necesaria una institución como Cáritas. Porque abrir una residencia no es tan fácil, es un mundo legal y económico. La Iglesia tiene que hacer las cosas con total dignidad y para eso Cáritas emplea esos fondos del IRPF procedentes de la otra casilla, la de fines sociales». Como un ejemplo concreto, del destino de esa cruz de la renta, Fuentes ha explicado el caso de Baltasara, una persona que vivía en unas circunstancias muy difíciles porque «estaba sola, con una demencia tipo Alzheimer y hoy, gracias a esa cruz de la renta, tiene una habitación cómoda, una ducha y unas personas que la atienden, la cuidan y le hacen saber que no está sola». Escucha el programa aquí