NoticiaEn los Medios Adiós, Hermanitas Publicado: 06/05/2015: 21249 En su despedida el Ayuntamiento de Antequera les concede a las Hermanitas de los Pobres una distinción. Los hermanos de San Juan de Dios se harán cargo de la Residencia de Mayores que las religiosas regían hasta hoy El miércoles 6 de mayo se cerró la presencia de las Hermanitas de los Pobres tras 150 años en Antequera al cuidado de los mayores en su residencia, lugar que será relevado por los religiosos de San Juan de Dios. El 21 de junio de 1865 llegaban para velar por los mayores, y el 6 de mayo de 2015 se marchan por falta de vocaciones y problemas económicos en el mantenimiento del asilo. En la actualidad, atienden a 73 internos cuidados por más de 30 trabajadores. Antes de irse, buscaron alguien que se quedara con la atención de los abuelos: “Garantizan la labor con mucho respaldo porque la congregación de ellos llevan unos cuantos de siglos. Nosotras, 150 años en Antequera, pero ellos regresan, estuvieron aquí durante 222 años hasta 1835 que se marcharon”, destacan las monjas. Representantes de todos los estamentos de la ciudad y familiares de los internos llenaron la residencia para despedir a las Hermanitas de los Pobres. Sor María Carmen García, hermana provincial, sor María Luisa Oroz, hermana superiora de la residencia y sor Judith Dougherty, secretaria de la hermana superiora, agradecieron el apoyo en esta última etapa, tras anunciar su marcha: “Es durísimo, pero hay un refrán que dice ‘al mal tiempo buena cara’, nosotras tenemos mucha fe y pensamos que Dios vela por las personas menos favorecidas que son los ancianos, y por lo tanto aunque es duro contamos con la Providencia y en el momento actual con los Hermanos de San Juan de Dios”. El Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, expresó en su homilía un profundo agradecimiento «a Dios por la presencia larga y fecunda en Antequera de las Hermanitas de los Pobres. Ciento cincuenta años, en los que las Hermanitas han ofrecido sus vidas, su tiempo, su oración y su dedicación generosa a cuidar al mismo Jesucristo en la persona de los más pobres y necesitados». Y proseguía: «¡Cuántas Hermanitas de los Pobres han pasado por Antequera en estos ciento cincuenta años realizando esta hermosa labor! Muchas de ellas son desconocidas, olvidadas incluso; pero estuvieron aquí sirviendo a Jesús en las personas necesitadas. Gran número de ancianos de la ciudad de Antequera y su comarca han podido disfrutar de una buena atención personal y espiritual. Hoy queremos agradecer a Dios la presencia de la congregación de las Hermanitas de los Pobres en Antequera; y también dar las gracias a las Hermanas que ofrecieron con gozo sus vidas». Por otro lado, también dedicó unas palabras a quienes se harán cargo de la residencia, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios: «Resulta providente que ahora la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios haya asuma la dirección de esta Casa desde primeros de abril de 2015. No son simples casualidades; claramente la Providencia, a través de las mediaciones humanas, va dirigiendo la historia y nuestras vidas. La Orden Hospitalaria estuvo en Antequera desde 1667 hasta 1835; año en que la mal llamada “desamortización”, que debería llamarse “robo legal” del estado, le obligó a abandonarlo todo y a salir. Quiero agradecer desde aquí la generosidad y decisión de la Orden Hospitalaria para seguir haciéndose cargo de esta hermosa obra. Queridos Hermanos de San Juan de Dios, os fuisteis; o mejor, os expulsaron y os robaron. Y ahora volvéis a trabajar en el mismo surco; volvéis para poner la simiente en el mismo surco que tuvisteis que dejar hace mucho tiempo. ¿No es ésta una hermosa caricia de Dios?»