No somos dueños de la vida, ni la damos ni la quitamos, pero sí somos responsables de cuidar toda vida que está a nuestro alrededor. Los obispos afirman, en el mensaje que han escrito con motivo de esta jornada, que “la vida de cada ser humano es sagrada, es un bien, y cuidar la vida es un deber”. En este sentido, la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar ha puesto en marcha una plataforma para aunar a todas las asociaciones que trabajan por la vida en nuestra diócesis. 

La fragilidad humana y el dolor no son un sinsentido. Cuando nuestra sociedad se plantea crear leyes que amparen el aborto y la eutanasia, la Iglesia está llamada a responder con el amor de Cristo, a engendrar esperanza y dar vida.

 La Iglesia nos ofrece un día para celebrar la Vida, es la fiesta de la Encarnación. Mientras que nuestra sociedad ofrece leyes para “la muerte digna”, la Iglesia ofrece medios para “una vida digna”. Cuando elegimos qué embriones nacerán y cuáles no, porque tienen un 60% de probabilidades de desarrollar una enfermedad, la Iglesia proclama que todos tenemos el 100% de probabilidades de ser felices, pues hemos sido creados por amor y para amar.

Fernando del Castillo, delegado de Pastoral Familiar, afirma que se ha elegido el 25 de marzo para esta jornada porque «el misterio de la Encarnación, Dios hecho hombre, nos recuerda que la vida tiene su origen en el amor de Dios. Él tiene un proyecto sobrecada persona y sobre la humanidad y, por amor a ella, Dios envía a su propio Hijo. Hemos sido creados por amor y para amar. La Encarnación del Hijo de Dios pone de manifiesto el valor y la dignidad de cada persona; y cada persona es reconocida en su dignidad como criatura. El misterio de la Encarnación nos recuerda el sí de María, el sí de cada uno de nosotros al proyecto de Dios: “He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10)».

En la diócesis, existen diversos grupos y asociaciones comprometidos en la defensa de la vida, con palabras y con obras: la vida de los enfermos, de las personas solas, de las familias rotas, de los niños que aún no han nacido, de las personas que viven amenazadas... Y es que la Iglesia defiende la dignidad humana a lo largo de toda la vida, aunque no sea “útil” o productiva para nuestra sociedad. 

A comienzos de marzo, las asociaciones que defienden y cuidan la vida de los niños no nacidos y las mujeres embarazadas se reu-nieron y pusieron en común la necesidad de coordinarse para trabajar mejor y aunar esfuerzos en el objetivo de todos estos grupos: la defensa de la vida del no nacido. 

Según el delegado de Pastoral Familiar, que coordina esta iniciativa, se van a reunir una vez al trimestre para “compartir el trabajo que se realiza, para estudiar posibles colaboraciones y organizar acciones comunes en Málaga a lo largo del año porque unidos tendremos siempre más fuerza”. 

• Vigilia de oración en la iglesia del Santo Cristo, en la plaza de la Constitución. El 25 de marzo, a las 20 horas. En varias parroquias de la diócesis se  celebran sendas vigilias.

• Concentración en favor de la vida, organizada por la plataforma “Sí a la vida”. Sábado 26 de marzo, a las 18 horas, en la plaza de la Marina. 

• “Vida sí: desde el principio hasta el final” será uno de los talleres que se ofrecerán en el encuentro “Familia y Juventud”, que tendrá lugar el 10 de abril en la Casa Diocesana de Espiritualidad, a partir de las 10,30 de la mañana. Pretende ser un encuentro festivo para la preparación a la JMJ. 

Información elaborada por Encarni Llamas para la revista Diócesis