«Es una oportunidad estupenda no solo de preparar, sino de prepararnos para la venida del Señor», explicaba el delegado para el Clero, José Emilio Cabra. 

Este año, la convivencia ha coincidido con el décimo aniversario de la llegada del Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, a la Diócesis de Málaga y, aprovechando que él mismo dirigía la reflexión, los sacerdotes han felicitado al prelado y le han obsequiado con una obra pictórica que representa la figura del Buen Pastor, del autor José María Ruiz Montes. Se lo entregaron el miembro más mayor y el más joven de los presentes: el sacerdote Francisco Martín y el diácono Manuel Otero.

En palabras del delegado, ha sido «doble motivo para celebrar como presbiterio y dar gracias a Dios por el ministerio de D. Jesús. Si rezar juntos es siempre un modo de fortalecer los lazos de fraternidad, hacerlo en una ocasión como esta, vuelve esos lazos más visibles».

La convivencia comenzó a las 10.30 horas, en la Capilla del Buen Pastor del Seminario y concluyó con el almuerzo. En el trascurso del día, los sacerdotes y el Obispo pudieron visitar las escenas del Belén Diocesano, que un año más ha cobrado vida gracias a los alumnos de Fundación Victoria en las distintas dependencias de la Casa Diocesana.