Con esta celebración cientos de malagueños se han puesto en camino hacia la aldea almonteña de El Rocío para participar en la anual romería para ver a La Blanca Paloma. Como cada año la primera corporación rociera en ponerse en camino fue la Hermandad de La Caleta, que lo hizo en la tarde del viernes 30 de mayo desde la que se será su nueva sede canónica, la parroquia de Santiago, tras 25 años residiendo en la iglesia de San Miguel de Miramar.

Por su parte, la Real Hermandad del Rocío de Málaga ha estrenado  lugar de partida, el compás de la iglesia de la Trinidad, junto a la que ha habilitado su nueva casa hermandad. El simpecado ha partido desde la parroquia de la Purísima, en Gamarra, acabada la celebración de la MIsa de romeros, que ha comenzado a las ocho de la mañana y ha estado presidida por el sacerdote diocesano Rafael Pérez Pallarés.   

HOMILÍA MISA ROMEROS

En la homilía de la Misa de romeros el presbítero ha pedido a los peregrinos que hagan el camino de la santidad, que siempre tengan presente a la Virgen del Rocío en sus vidas y que  siempre tengan la mirada puesta en la Virgen que conduce indefectiblemente hacia su Hijo Jesús. Pérez Pallarés también ha recordado que todos, sin excepción, somos hijos de Dios y en este sentido ha señalado que todos sus hijos están bajo el amparo de la Madre de Dios.  Una Madre que desea que sus hijos sean santos. 

Este fin de semana, las hermandades malagueñas se han unido a una celebración de Pentecostés que reúne en torno a la Blanca Paloma a cerca de un millón de personas cada año.