NoticiaAcción Católica Angelines Morales, nueva responsable de adultos de ACG en España Publicado: 05/07/2021: 15655 ACG Angelines Morales Fernández, miembro de la parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa de Jesús de Málaga, ha sido elegida Responsable de Adultos de la Comisión Permanente de ACG en España. Hasta hace poco responsable del sector de jóvenes de Acción Católica General (ACG) en Málaga Esta malagueña, de 41 años, es doctora en Enfermería, profesión que desempeña desde los 21 años, desde hace 11 concretamente en el ámbito de la gestión sanitaria. El proceso se inició a finales del año pasado, fecha en la que Angelines fue propuesta por la Comisión Permanente en el pleno de presidentes de la asociación, entre otras personas. «Yo acababa de terminar el servicio del sector de jóvenes en la comisión diocesana de la ACG, después de tres años» cuenta. «Me pilló por sorpresa y empecé un proceso de discernimiento con mi comunidad, Toño Muñoz y el consiliario, Antonio Sosa. Finalmente, ofrecí mi disponibilidad, y de los once candidatos propuestos en un primer momento, he resultado elegida». Angelines fue avisada del resultado por la actual responsable del sector de adultos, María José Miguel, y seguidamente recibió la llamada de la presidenta nacional, Eva Fernández, y la diocesana, Cristina Vera, que había estado presente en el pleno donde se efectuó la votación. Cuando se lo comunicaron, participaba en el encuentro de final de curso pastoral de su parroquia. «Estaba en plena faena, y fue muy bonito, porque es signo de a lo que soy enviada, que es a trabajar por el laicado y la vida parroquial. Me sentí muy arropada por todos los que forman la comunidad de la Divina Pastora, que ha sido muy generosa, siempre animándome a dejarme hacer», explica. Y es que su vida de fe está siempre vinculada a la parroquia. «A partir de los 15 años es cuando empiezo a ser consciente de que, de una manera natural, casi sin darme cuenta, estaba haciendo una opción personal de dejar que Cristo fuera modelando mi vida. Comencé en un grupo en la parroquia de chavales y empecé a echar una mano en catequesis. No podía imaginar entonces todo lo que vendría después». Ella destaca y agradece, en su itinerario de fe, «a las Hermanas Trinitarias que me propiciaron espacios de reflexión y oración en los campamentos, camino de Santiago, Jornadas Mundiales de la Juventud, pascuas juveniles y también de la experiencia de la pastoral penitenciaria. Los espacios “todos uno” impulsados por la comunidad pueblo de Dios, me hicieron especialmente sensible al trabajo por la comunión de los creyentes. La música me hizo poder expresar y compartir mi fe en Jesucristo y la esperanza de su mensaje con alegría, junto a mi grupo “Desde el Silencio”; la expresión artística al servicio de lo trascendente. La participación en las comisiones arciprestales y delegación de juventud hicieron despertar el sentido de pertenencia a la Iglesia diocesana. A pesar de tanto picoteo en todos esos años, en múltiples eventos siempre ha estado la presencia cercana de la parroquia. Esta ha sido y es mi sostén desde mis inicios hasta el momento actual, durante más de 25 años como un hilo que va entretejiendo mi experiencia de Dios, que todo lo une», cuenta. La responsabilidad de Angelines a partir de ahora abarca varias tareas, «la más importante es acompañar, animar los distintos sectores de adultos en coordinación con las comisiones diocesanas de toda España, y velar por el desarrollo del itinerario formativos de este sector». Lo asume con ilusión y responsabilidad, «queriendo ser muy consciente del momento presente que vive la Iglesia y la sociedad en la que estamos. Anhelo acoger con entusiasmo los pasos que el laicado va dando en nuestra Iglesia española, desde el ejercicio conjunto y las líneas planteadas en el Congreso de laicos “Pueblo de Dios en salida”. Los que me conocen saben que llevo varios años con la inquietud del anuncio y la misión, del acompañamiento desde cerca del otro que es “tierra sagrada”, de cuidar especialmente a los jóvenes que, en su crecimiento, se incorporan al sector de adultos con su frescura. Y a los ancianos, que han dado su vida por la Iglesia, para que sepamos recoger su sabiduría y acompañarlos en esta etapa».