NoticiaPapa Francisco Papa: «Los diáconos no son sacerdotes de segunda categoría» Publicado: 07/05/2020: 16992 En su vídeo de oración mensual, el Papa reza para que los diáconos, fieles al servicio de la Palabra y de los pobres, sean un signo vivificante para toda la Iglesia. El nuevo Video del Papa acaba de salir a la luz, como en cada mes, para dar a conocer la intención de oración que el Santo Padre confía a la Red Mundial de Oración del Papa. En esta ocasión, trata sobre los diáconos, “los guardianes del servicio en la Iglesia” y de un renovado apostolado en el mundo de hoy. El Papa Francisco exhorta a rezar por ellos, para que “sean un signo vivificante para toda la Iglesia”. El ministerio eclesiástico, que es el ministerio de los hombres dedicados al servicio de Dios, comprende tres grados del sacramento del orden: los obispos, los sacerdotes y los diáconos. “Los diáconos participan de una manera especial en la misión y la gracia de Cristo. El sacramento del orden los marca con un sello (“carácter”) que nadie puede hacer desaparecer y que los configura con Cristo que se hizo “diácono”, es decir, el servidor de todos”. Son ministros ordenados y signo, en el corazón de la Iglesia, de Cristo Servidor. De hecho, la palabra griega diakonía significa servicio, y este es el espíritu que los define en su función: asisten mediante el servicio de la palabra, el servicio de la liturgia y el servicio por los más pobres y desfavorecidos. En palabras del Papa: “Están dedicados al servicio de los pobres que llevan en sí mismos el rostro de Cristo sufriente”. No todos saben que los sacerdotes fueron ordenados diáconos en vista al servicio de la comunidad, y aún menos se sabe que los diáconos permanentes, que viven también según el carisma y vocación de servicio a los demás, están casados y viven “su vocación en familia y con la familia”. Hoy son más de 46.000 en el mundo. El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, recuerda que “Jesús, en sus últimas horas con sus discípulos, se reveló como el siervo de Dios por excelencia. Sus últimas palabras hechas gesto, con el lavamiento de los pies de sus discípulos, lo revelan así en el Evangelio según san Juan. Fue su testamento. Se revela como el Siervo sufriente (cf Is 52,13–53,12). Toda su vida fue servicio, servicio de los más pobres y vulnerables. Jesús entiende así su vida, como nos lo dice san Mateo: ‘el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos’ (Mt 20, 17-28). En la Iglesia, todos tendríamos que encarnar esta actitud de servicio. Los diáconos, signos en la Iglesia de Cristo Servidor, nos lo recuerdan. Son, como nos lo dice Francisco, ‘signo vivificante para toda la Iglesia’. La Iglesia los necesita.” El Sínodo de los Obispos para la Amazonia, en el punto 104 de su Documento Final, lo dice con fuerza: “El diaconado hoy debe también promover la ecología integral, el desarrollo humano, el trabajo pastoral social, el servicio de los que se encuentran en situación de vulnerabilidad y pobreza, configurándolo al Cristo Servidor, haciéndose Iglesia misericordiosa, samaritana, solidaria y diaconal”. Recemos, como nos invita Francisco en El Video del Papa para que todos los diáconos, “fieles al servicio de la palabra y de los pobres, sean signo vivificante para la Iglesia”.