Con una parte de los ahorrillos que tienen, compran las estrellas que van repartiendo a quienes se encuentren por la calle. Y otra parte la echan en las "Huchas del compartir" que se pondrán en las parroquias y los colegios, en las que aparece el lema elegido para este año: «Con los niños de América, hablamos de Jesús».   Y es que nuestros niños ya son misioneros, como cristianos que son. Estos gestos concretos les ayudan, y nos ayudan a las familias en general, a no perder de vista nuestro compromiso con los más necesitados. En Navidad celebramos el nacimiento del Señor en la más absoluta pobreza, no olvidemos que nació en un pesebre. Sin embargo, a veces olvidamos el motivo de nuestra alegría y nos centramos en los actos externos de fiesta.  La Jornada de Sembradores de Estrellas une la fiesta, la alegría y los cantos, al compartir y a la celebración litúrgica. Antes de salir de la Catedral, nuestros pequeños sembradores de la alegría del Señor reciben una auténtica catequesis escenificada por un grupo de alumnos del Colegio Sagrada Familia-El Monte, que han preparado con mucha ilusión.

TESTIMONIO

Ya cercana la Navidad, los niños de la diócesis se convierten en Iglesia misionera y toman las calles. Lourdes, una niña de siete años de una parroquia de la diócesis, afirma que «me encanta participar en esta jornada. Primero, porque es el día en que veo más niños en la Catedral. Segundo, porque nuestra catequista viene con nosotros todo el camino y nos enseña un montón de canciones. Y también porque pienso que así hacemos algo por tantos niños que tienen necesidades de verdad. A veces, aquí nos quejamos sin motivo».