San Vicente de Paúl organizó las caridades y fundó la asociación en Chatillon en Francia, en 1617. Es una asociación cristiana. En España se estableció en 1915, ofreciendo «servicio a nuestros hermanos más necesitados, ya sea con ayudas, visitas a domicilio, servicios de alimentación, comedores, talleres, clases de alfabetización…», explica Carmen Navarrete, coordinadora de la Asociación. A Málaga llegó en 1945. Se internacionalizó con las siglas AIC (Asociación Internacional de Caridades) y el lema: “Contra las pobrezas y sus causas, actuar juntos”.

AIC-España es miembro del Comité Español de Bienestar Social (CEBS) y de la Plataforma para la Promoción del Voluntariado en España. Desde 1968 está confederada con Cáritas Española y reconocida por la Santa Sede.

En Málaga existen, en la actualidad, seis grupos de voluntarias AIC: Santa Luisa de Marillac (en San Patricio), Santo Ángel (en el Colegio San Manuel), Santa Teresa (en Palma-Palmilla), Milagrosa (en el Palo), la Encarnación (en Ave María) y San Miguel de Miramar (en el Limonar).

El voluntariado tiene ciertas exigencias: es un compromiso libremente contraído teniendo en cuenta la motivación, la disponibilidad de tiempo (obligaciones familiares y profesionales), de salud, de capacidades; gratuito; con clara conciencia del papel de los voluntarios, expresión de la libertad y de la responsabilidad de los ciudadanos; disposición para participar en un trabajo organizado en equipo; un compromiso continuado para asegurar la duración y la eficacia; y una actuación competente, para lo que se ofrece una formación adecuada a la acción emprendida.

La sede se encuentra en la calle Victoria Mérida Pire, 10, en la barriada Parque Mediterráneo, donde tienen establecido el economato social (SAF Betania). Para más información: safbetania@yahoo.es y la web www.aic-espana.es

TESTIMONIO. Loli Lozano

Aquí puedes escuchar el testimonio emitido en Cope Málaga

Mi nombre es Loli Lozano. Mis comienzos en la Asociación de Caridad de San Vicente de Paúl tuvieron lugar en La Coruña, en una guardería para niños y niñas necesitados. Me trasladé a Málaga en 1988 y me incorporé al grupo de la Asociación de Caridad de San Vicente de Paúl del Colegio San Manuel, de la mano de las Hijas de la Caridad.

Para mí, pertenecer a la Asociación ha sido una gran riqueza. He conocido a gente maravillosa y la gran riqueza que ha dejado san Vicente de Paúl en esta Asociación es la caridad de Jesucristo hacia todas las personas, especialmente a las más necesitadas.

Ser miembro de AIC me ha servido en mi vida diaria para ser mejor persona y transmitirlo a los más cercanos y a mi familia. Eso me ha hecho ser feliz.