El grupo iMisión lleva semanas contando lo que parece ser «la última Navidad en Irak», donde el Estado Islámico (IS, por sus siglas en inglés) ha puesto el cristianismo en peligro de extinción. Ayer la web http://imision.org/ despertaba pirateada con el sello de un conjunto de hackers autodenominado Dz D.R.S. y simpatizante de los yihadistas del IS. «El ataque ha provocado miedo, pero no podemos callarnos», aseguran quienes desde hace años trabajan en «evangelizar en Internet».

La campaña #iNavidadIrak que ha llevado a iMisión y a Ayuda a la Iglesia Necesitada a estar del 22 al 27 de diciembre con los cristianos perseguidos de Irak ha tenido una amplia repercusión en los medios de comunicación nacionales y en las redes sociales.

«El hashtag se convirtió el 28 de diciembre en trending topic mundial durante una hora y durante 14 lo fue a nivel nacional», explica Xiskya Valladares, periodista y religiosa de la Pureza de María, quien hace unos días relataba a EL MUNDO la valentía brava de la familia Jadar de Qaraqosh que, sin apostatar de su fe, logró escapar de las atrocidades de los «príncipes terroristas» que sirven al Estado Islámico.

Los Jadar, como si no bastara con haberles arrancado a su hija de tres años de los brazos por el simple hecho de ser cristiana, recibían todos los días a un terrorista en su hogar con el siguiente mensaje: «Convertíos o moriréis».

Esa misma misiva es la que reciben ahora a través de sus cuentas personales de Twitter Josué Villalón, Xiskya Valladares y Dominik Kustra, el equipo que ha conseguido que por primera vez un tema promovido por los católicos de España tenga tanta influencia en las redes sociales.

«En nuestras cuentas de Twitter nos mandan fragmentos del Corán en árabe, inglés e incluso en castellano para que nos convirtamos al Islam», cuenta la religiosa aun aturdida por el horror que justo e injustamente hoy se vive en Francia, en la sede del semanario satírico francés Charlie Hebdo en París, donde tres hombres vestidos de negros armados con automáticas contribuyen a creer lo que tantas familias le contaban a Valladares: «Están empezando a sembrar el pánico por todo Occidente y no van a parar». La monja tuitera, como se la conoce en Baleares, y los suyos sospechan que el ataque cibernético, ya puesto en conocimiento de la Policía, ha sido perpetrado por especialistas. «Para no dejar huella digital han borrado el registro de acceso (Acces log) y no han tocado nada más», se justifica Valladares. «Sólo tenemos la captura de pantalla», explica

«Hay que denunciar, no podemos callarnos», cuenta dando voz a todo un grupo que solo quiere contar la verdad «para que se sepa que es la primera vez en varios siglos que no se celebra la Navidad». Seguirán contándola, pero «sin nombrarles», termina.