NoticiaMigraciones El 14 de diciembre, nuevo Círculo del Silencio Publicado: 13/12/2016: 12121 El miércoles 14 de diciembre, la Delegación de Migraciones de Málaga convoca a un nuevo encuentro de reflexión y silencio en solidaridad con los migrantes y refugiados. En esta ocasión, tendrá lugar en la Plaza de la Marina, a las 20.00 horas. En Melilla, Arriate y Churriana también se celebrarán Círculos del Silencio. Qué son La Delegación de Migraciones de Málaga quiere unirse a esta iniciativa, que se realiza en numerosas provincias de España y de toda Europa, pero que en las diócesis de “las dos orillas” se ha establecido de forma coordinada los segundos miércoles de cada mes de 20.00 a 20.30 horas. La Diócesis de Málaga se reúne también con las diócesis que se encuentran a ambos lados del Estrecho de forma periódica en encuentros propiciados por Cáritas, Confer, Justicia y Paz y las delegaciones de Migraciones. De ese ámbito de reflexión y trabajo conjunto, ha surgido la necesidad de realizar gestos de sensibilización que expresen el sentir de la Iglesia de forma coordinada, como los Círculos de Silencio. Los Círculos de Silencio están inspirados en la “no violencia” y comienzan en Francia por iniciativa de un sacerdote franciscano francés, Alain J. Richard, para promover la solidaridad con los inmigrantes y que apela a la conciencia de quienes hacen las leyes, de quienes las aplican y de aquellos en cuyo nombre son hechas. «Si no cambiamos nuestras conciencias, no podremos cambiar el mundo. Ésa es la premisa sobre la que gira este encuentro en el que pueden participar creyentes y no creyentes. En él se invita a todos los asistentes a reflexionar u orar durante media hora, en silencio, sobre el drama que están viviendo los emigrantes y refugiados». El objetivo no es promover acciones concretas, sino, como explica Ramón Muñoz, que cada persona «a raíz de esta reflexión, se sienta interpelada y urgida a actuar en su propio ambiente acogiendo a estas personas, dándole voz, porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. No podemos caer nosotros mismos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo, como nos recordaba el papa Francisco en la bula de convocación del Jubileo de la Misericordia. Nuestra denuncia y nuestra presión pueden hacer cambiar la política de nuestros gobiernos». Y añade: «con este gesto queremos hacer realidad la recomendación que nos hacía el Papa a las diócesis, de que la celebración de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado no se redujera sólo a un hecho puntual. Por eso ponemos en marcha el “Círculo de Silencio” con vocación de perdurabilidad, hasta que los derechos de estos hermanos nuestros sean respetados».