Noticia Mons. Catalá advierte sobre quienes confían solo en sí mismos Publicado: 28/03/2015: 3662 Mons. Catalá en la homilía pronunciada en la Misa del Alba del Cautivo ha señalado que «no se puede ser devoto del Cautivo; hay que ser discípulo del Cautivo, amigo del Cautivo». Ha recordado que hay una gran diferencia: «los seres humanos no somos devotos de nuestros padres, sino hijos de nuestros padres; tampoco somos devotos de nuestros hermanos, sino hermanos». En este sentido ha señalado que «hay una vinculación de fraternidad y de discipulado con el Cautivo; se nos pide el seguimiento a su persona. No se trata solo de unas ideas o de unas teorías. La fe, como el amor, es una experiencia humana; hay que vivir la experiencia de conocer, amar y seguir al Cautivo.» Mons. Catalá también ha dicho que «el Buen Pastor nos invita a seguirle, en su compañía; pero nosotros nos empeñamos muchas veces en andar por vericuetos, lejos del Buen Pastor; recorremos caminos inhóspitos, que nos desvían de quien es el Camino verdadero (cf. Jn 14, 6), Jesucristo; transitamos por sendas sin rumbo y sin norte, porque las recorren algunos de nuestros coetáneos, paganos, que sólo confían en sí mismos, pero su corazón está lejos de Dios; o que siguen sus propias ideologías.» Así mismo ha señalado que «Jesús Cautivo nos ofrece verdes prados y aguas limpias, queridos cofrades y fieles. ¡No destruyáis los pastos, ni enturbiéis las aguas! ¡Esforzaos en mantener limpio el prado del Señor, para que todos puedan retomar fuerzas y beber aguas limpias! El que no quiera alimentarse de las verdes praderas del Señor o beber aguas limpias, que lo deje; pero que permita que quien quiera hacerlo, pueda alimentarse y beber. ¡Ya me entendéis!» El prelado malacitano en la homilía advirtió de los ídolosque adoramos y de las acciones que realizamos impropias de nuestra condición de cristianos. Por último señaló que «Jesús Cautivo, aunque con las manos maniatadas nos espera siempre con los brazos abiertos y con su corazón abierto» y afirmó que «está muy bien que celebremos su fiesta; que nos reunamos hoy en esta histórica plaza de Málaga, que es testigo de los encuentros anuales con el Cautivo. Pero Él nos mira y nos pregunta a cada uno: ¿Me amas?; ¿me conoces realmente? ¿Estás dispuesto a seguirmey a obedecerme? ¡Que cada uno responda desde el fondo de su corazón! ¿Por qué está aquí hoy? ¿Por simple compromiso social o político?; ¿o porque de veras reconoce que es amado por Cristo Cautivo?»