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María Dolores Utrera: «Más que un colegio, San Patricio es una gran familia»

Publicado: 08/01/2014: 2630

María Dolores Utrera es madre de cuatro hijos. Todos ellos estudian en el colegio San Patricio. Su situación económica es muy difícil, sobre todo desde que murió su madre, porque con su pensión se encargaba de mantener a la familia para que no les faltara nunca un plato para comer.

En el momento en que faltó su madre, a Mª Dolores le fue muy complicado cuidar de su familia, pero el Colegio San Patricio estuvo ahí desde el primer momento para apoyarla y ayudarla en lo que necesitaba. Se le ofreció ayuda con los libros y uniformes, pero también se preocuparon de que fuera del colegio estuvieran bien, «son muy buenas personas y muy buenos conmigo, señala. El año pasado me quedé sin hornilla para guisar, y me regalaron una para Navidad, y gracias a ellos tengo para darle de comer a mis niños comida caliente».

Tanto ella como sus hermanos son antiguos alumnos de este centro. «Me gustó mucho la experiencia y dije que mis hijos no podían ser menos», apunta. Hoy, tanto Mª Dolores como sus hijos están muy contentos y agradecidos con San Patricio. Como ella misma relata, al ser una familia numerosa, podría contar con subvenciones en otros colegios para que sus hijos realizaran actividades extraescolares, o acudieran al comedor y tenerlos todo el día allí con todo pagado. Pero está tan contenta que no cambiaría este colegio por nada: «Ni mis niños quieren, ni yo quiero quitarlos de San Patricio. Aquí, hasta el final», añade.

El trato humano, la cercanía y la percepción de que los profesionales son de una pasta especial, hace que los padres se sientan integrados en la comunidad educativa. «Desde el portero, hasta la limpiadora, todos son maravillosos, perfectos, y muy humildes. Son como nosotros –señala Mª Dolores–. Nunca tienen una mala cara para nadie; si pueden echarte un cable, te lo echan; si tienes problemas, te escuchan y saben darte buenos consejos».

Los valores que se transmiten en el colegio son muy importantes para esta familia. Entre ellos, Mª Dolores destaca el de la solidaridad contando una experiencia propia: «mi chico de seis años me vino con un sobre del Domund, para que echáramos una moneda a los pobres». Como no quería que su hijo se enterara de su difícil situación económica, intentó salir de este momento dándole un toque de humor: «en lugar de Domund vamos a poner en el sobre el apellido Utrera». Aun así, su hijo insistía hasta que consiguió echar una moneda y cumplir así con su deseo de ayudar a otros niños. «Ellos quieren ayudar, compartir y colaborar. Por eso, más que un colegio, San Patricio es una gran familia».

Autor: Patricia Fernández @Patrii_9

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