NoticiaEntrevistas Francisco Castro presenta este viernes "Luz de los hombres. Fundamentos de Antropología Teológica" Francisco Castro, sacerdote diocesano Publicado: 27/09/2021: 14801 Libros El viernes 1 de octubre, a las 19.30 horas, tiene lugar, en la Casa Hermandad de la Cofradía de Estudiantes, la presentación del nuevo libro del sacerdote diocesano Francisco Castro, párroco de Santa Inés, en Málaga, y profesor de los Centros Teológicos. IGLESIA NOTICIA 26/09/2021. ENTREVISTAS. Francisco Castro, autor de LA LUZ DE LOS HOMBRES La obra se titula “Luz de los hombres. Fundamentos de Antropología Teológica”. Una presentación muy esperada, ¿no es así? Así es. El libro se publicó en enero del año pasado, antes de la pandemia, y lo íbamos a presentar en Cuaresma, pero ha sido una Cuaresma demasiado larga. La presentación correrá a cargo de otro sacerdote diocesano y profesor de los Centros Teológicos, Miguel Ángel Criado. Además de ser un queridísimo compañero, es profesor de Teología Fundamental y la temática de este libro es muy afín. Es un libro que aborda cuestiones de la Antropología Teológica pero en consonancia con las necesidades del diálogo con la cultura y de la propuesta de la fe, por tanto, estamos dentro del campo de la Teología Fundamental. Para nuestros lectores, ¿cómo nos presentaría el libro, qué podemos encontrar en Luz de los Hombres? Es un intento de presentar las posibilidades de que el ser humano llegue a acoger la fe, así de sencillo. Se trata de un estudio teológico basado en las fuentes de la Revelación, por supuesto, pero que nos habla de las condiciones de posibilidad de llegar a creer y de poder testimoniar la fe a otros como algo que es algo perfectamente plausible y que cada ser humano lo está aguardando en el fondo de su corazón. Se trata de un libro de teología y eso requiere sentarse tranquilo a leerlo pero, quien se atreva a pasearse por sus páginas verá que tiene una primera parte más divulgativa, en la que va a encontrar algunas cuestiones más familiares como el Concilio Vaticano II, Gaudium et spes… y después se hace en el libro como una especie de paréntesis desde esa primera reflexión que lanza la Iglesia acerca del ser humano en el Concilio (qué es el hombre y la respuesta de la Iglesia: el hombre nuevo, perfecto hombre y hombre perfecto es Jesucristo), con lo que nos encontramos en el Magisterio del papa Francisco, hacia el final del libro, donde se puede ver esbozada una antropología pastoral, es decir, una antropología orientada precisamente a la posibilidad del primer anuncio. Finalmente, se lanzan unas líneas que se mantienen dentro de lo teológico, pero siempre con un profundo sentido pastoral. Unas líneas sobre cómo sería posible conectar con esos anclajes que todo ser humano lleva dentro de su ser para acoger la buena noticia de Jesucristo. La temática del libro va muy en línea con las Prioridades Pastorales Diocesanas: primer anuncio y evangelización. Así es, va totalmente en línea con la prioridad pastoral de la Iglesia que es evangelizar. Es una propuesta sencilla y audaz en el sentido de que reclama para la antropología ese espacio que, yo creo que era un espacio primero. La Antropología Teológica, modernamente, nace de ese reto que le lanza el Concilio a los teólogos cuando dice que el misterio del ser humano solo se esclarece completamente, verdaderamente, en el misterio del verbo encarnado. De ahí nace, con ese ánimo de mostrar que la fe cristiana verdaderamente nos hace más humanos, creer en Jesucristo y seguirlo nos hace más humanos y crea la posibilidad de una sociedad verdaderamente más humana. En esa línea del Concilio, que no debemos olvidar, me atrevo a recoger este reto y desarrollarlo en el contexto nuevo en el que vivimos. Se anuncia algo que la gente, en el fondo, espera, aún sin saberlo. El libro lo escribió antes de la pandemia. Después de este tiempo, ¿ha cambiado su visión sobre a obra? Pues es muy buena pregunta. Las personas creativas, cada vez que miran su obra le ven cosas que mejorar o decir de otra manera. Pero ahí está, como un testimonio. El contexto sigue siendo el mismo, básicamente, aunque es verdad que nos situamos en una coyuntura en la que vemos que hemos perdido esa seguridad que parecía que teníamos ante la vida y ante las cosas. Nos sitúa en cierto sentido en esas situaciones límite en las que el ser humano no puede dejar de preguntarse por el sentido de su vida. Yo creo que la situación de ahora verifica lo que en el libro se defiende: en un momento u otro, ninguna persona puede escapar a las preguntas fundamentales y ahí está el testimonio de los cristianos, el testimonio de la Iglesia para tender una mano, que es la mano del mismo Señor, para hacer lucir una luz que es la luz misma de Cristo.