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Cristina Expósito: «La temática de lo sagrado sigue vigente en el Arte»

Cristina Expósito, laica dominica, historiadora del Arte // S. FENOSA
Publicado: 29/01/2018: 20022

Cristina Expósito de Vicente (Valencia, 1992) es laica dominica, Historiadora del Arte y se especializó en Ciencias de las Religiones y Estudios Feministas. Actualmente está realizando el Doctorado en el programa en Ciencias de las Religiones de la Universidad Complutense de Madrid. Es miembro del Comité Organizador de las III Jornadas Universitarias “Arte y religiones: simbología y espacios de culto”, que ha celebrado la Asociación de Jóvenes Investigadores en Ciencias de las Religiones en Málaga.

¿Quiénes forman parte de esta asociación?

La Asociación de Jóvenes Investigadores en Ciencias de las Religiones (AJICR) se creó en 2016, a la luz del Instituto Universitario de Ciencias de las Religiones (IUCCRR) de la Universidad Complutense de Madrid, donde la mayoría realizamos la especialización en Ciencias de las Religiones. Durante nuestros estudios, se observó la necesidad de disponer de una red de investigadores noveles en el espacio de las ciencias de las religiones. Poco a poco, hemos ido creciendo exponencialmente, tanto en número de socios como en seguidores del trabajo que realizamos, abriéndonos camino, de ese modo, en el mundo académico.

La Asociación no dispone de un rango concreto de edad o la procedencia de un área académica concreta; es cierto que siguen resaltando los jóvenes investigadores que se intentan abrir camino con un Doctorado o un Máster pero, nuestra Asociación es un espacio muy amplio y plural.

La finalidad inicial de AJICR es crear un espacio común, apartidista y aconfesional, para poder intercambiar proyectos y estudios relacionados con las religiones, además de servir de conexión entre los diferentes investigadores en Ciencias de las Religiones. En paralelo, también se potencia la creación de una red de contactos entre profesores e investigadores de cualquier rama relacionada con el estudio de las religiones.

¿Cuál es el objetivo de estas jornadas?

A lo largo de la historia, los símbolos, los colores y las manifestaciones artísticas han sido una gran fuente de diferentes experiencias sensoriales pero, también han sido un medio para transmitir ideas, sentimientos o una mentalidad concreta. También han sido marcadores de sesgos sociales, diferenciadores de género, configuradores del hecho religioso o de concepciones cosmogónicas; siendo de ese modo el Arte, desde tiempos muy antiguos, un vehículo indispensable en la transmisión de la cultura.

Por ello, no podemos dejar aislado el Arte en el estudio de las religiones, es un área más a tener en cuenta para realizar una aproximación al hecho religioso. Las manifestaciones artísticas han ayudado al ser humano a plasmar su percepción de la realidad. La complejidad de términos abstractos como la vida o muerte, el concepto de divinidad o el Más Allá, entre otros, y pueden ser estudiados a través de las diferentes expresiones artísticas que nos han llegado de la historia de la humanidad.

Siguiendo este planteamiento, la Asociación de Jóvenes Investigadores en Ciencias de las Religiones (AJICR) plantea estas III Jornadas Universitarias sobre Religiones y Arte, abarcando en su programa el estudio de la simbología religiosa, los lugares de culto, la importancia del color, así como las diferentes manifestaciones artísticas en relación con el ámbito religioso.

¿Está Málaga presente en el contenido de estas jornadas? ¿De qué forma?

En esta ocasión, nuestras III Jornadas se han desarrollado en Málaga los días 17 y 18 de enero. Creemos muy positivo que las Jornadas y eventos no siempre se realicen en los mismos lugares, de ese modo podemos darnos a conocer mucho más y facilitar la asistencia. Desde un primer momento, el Museo de Málaga nos ofreció sus instalaciones para poder realizar las Jornadas, siendo el principal factor para que Málaga fuera la ciudad elegida.

Así mismo, hemos contado con la presencia en nuestro programa de académicos y comunicantes de la propia ciudad. Realizar las Jornadas en el Museo de Málaga también ha permitido que, algunas de las obras de la colección museística, sean el tema o formen parte, de algunas ponencias o comunicaciones de las Jornadas.

¿Cómo sigue ayudando el arte a llegar a Dios? ¿Puede convertirse en una herramienta para orar?

Desde sus inicios, el Arte ha estado muy ligado a las manifestaciones religiosas por ser un gran recurso orante. No es una tarea fácil de conseguir y requiere una implicación mayor por parte del espectador. Cualquier visita turística a una catedral, monasterio, contemplar un retablo o ábside, o acudir a un museo a admirar sus pinturas o esculturas, por ejemplo, puede ser algo más que una contemplación estética; podemos resignificarlos y convertirlos en auténticos lugares donde encontrarnos con Dios, transmisores de la fe y canales para orar.

Puede  resultar extraño entender el museo como un lugar para orar, pero no es algo novedoso ya que, se convirtió en la solución para muchos rusos durante la época de la Unión Soviética. El comunismo impuso un ateísmo oficial y se clausuraron muchas iglesias –el lugar de culto principal y donde se encontraban las imágenes sagradas- de ese modo, los museos se convirtieron en el único lugar para conservar los tan famosos iconos. Así los visitantes del museo aprovechaban sus visitas –más bien realizaban sus visitas con esta única intención- para orar frente a las imágenes y poder llegar a transcender.

El arte actual ¿pone su objetivo en lo religioso? ¿Se actualizan los estilos y gustos estéticos en torno a la temática sagrada?

Sinceramente creo que el panorama artístico actual es muy plural, en pleno movimiento y constante cambio. Y por supuesto, la temática de lo sagrado sigue estando vigente en el Arte, ya sea para crear polémica, generar reflexión o reinterpretar.

Es complicado analizar el gusto estético ya que presenta una gran alteridad, en especial en nuestra era, donde el abanico de posibilidades creativas es innumerable. Lo emocionante del Arte es la convivencia en paralelo a la vez de las distintas expresiones; así es como podemos encontrarnos con obras religiosas cargadas de un gran realismo y sencillez, siendo el caso de Fabio Bodi; obras polémicas como la interpretación de César Santos de la duda de Santo Tomás (denominado First Tattoo); obras místicas, con tintes orientales del artista Kim en Joong; o instalaciones artísticas como el Agnus Dei de Willem Ziijlstra y “En nombre de Dios” de Giovanni Canova.

Todas las manifestaciones artísticas son ventanas abiertas a lo desconocido. Cada espectador interpreta, reflexiona, reza o simplemente contempla las obras con libertad, dotándolas de vida y significado.

Para concluir me gustaría compartir las palabras de René Huyghe, catedrático de psicología de las artes y conservador jefe del Museo del Louvre, París, quien define el arte como un proceso humano necesario: “El arte y el hombres son indisociables. No hay arte sin hombre, pero quizá tampoco hombre sin arte. Pero con éste, el mundo se hace más inteligible, más accesible y más familiar. Es el medio de un perpetuo intercambio con lo que nos rodea, una especie de respiración del alma, bastante parecida a la física, sin la que no puede pasar nuestro cuerpo. El ser aislado o la civilización que no llegan al arte están amenazados por una secreta asfixia espiritual, por una turbación moral”.

 

 

Ana María Medina

Periodista de la diócesis de Málaga

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